Los parques habaneros que en su mayoría han sido objeto de revitalización y reparaciones importantes, no siempre han logrado sustentar una buena imagen, ni tampoco han contado con personal que garantice el cuidado que precisan.
Se constata en algunos barrios cómo estas áreas de estar van convirtiéndose en terrenos de béisbol, donde los adolescentes y jóvenes desarrollan el deporte nacional de manera sistemática, sin tener en cuenta que ello daña el ornato público y además limita el acceso de ciudadanos que buscan un descanso.
Igualmente afecta a quienes acuden en busca de conexión wifi donde este servicio está activo, y perjudica a las familias y pequeñines que requieren jugar y recrearse acorde a sus tempranas edades, y se les dificulta trasladarse fuera de la localidad.
También en estos sitios existen luminarias apagadas o rotas, a pesar de haber sido restauradas y puestas en servicio, además plantas y árboles van siendo quebrantados con el empleo de las áreas verdes de los parques para las prácticas de pelota, y no precisamente por parte de niños pequeños, sino por adolescentes y jóvenes, entre 14 y 20 años, los cuales pueden acudir a centros y áreas deportivas del territorio.
En algunos casos se observan cercas perimetrales y muros que delimitan espacios infantiles en algunos parques que fueron previamente arreglados y pintados, y ya manifiestan deterioro y abandono. La mayoría de estos no han tenido personal designado, séase custodio, o el tradicional llamado guardaparque que pueda promover su conservación.
Asimismo los trabajadores de Servicios Comunales que sustentan el barrido de calles y áreas verdes, muchas veces tienen que lidiar con la indisciplina social de aquellos ciudadanos que todavía no respetan los horarios disponibles para depositar la basura en los contenedores, (de 6:00 p.m. a 10:00 p.m.), o la ubican fuera de estos. Y algunos de estos receptores de desechos sólidos están ubicados en parques, contribuyendo la indolencia de algunos, a crear microvertederos en el entorno.
Los factores encargados de velar por esas anomalías en los municipios deben continuar reforzando las medidas que potencien el cumplimiento de las disposiciones establecidas para sostener una adecuada imagen en estos espacios. De lo contrario, las inversiones que se han ejecutado en muchos de estos lugares resultarán infructuosas y, a la vez, significarán un despilfarro de recursos, muy escasos en las condiciones actuales del país.
La supervisión y control de las obras que se acometen para beneficio de las comunidades deben ser de estricto seguimiento y observancia. Y la disciplina y el irrespeto de la propiedad social deben imponerse por las autoridades establecidas.
Otras informaciones:
En Viñales también pasa algo parecido, el parque que está frente a la biblioteca municipal está tomando por niños mayores de 10 años y adolescentes, todos jugando fútbol y obstruyen el paso de las personas por el parque, molestan con la pelota y con palabras feas y bullicio a las casas cercanas y a las personas que llegan a sentarse en los bancos del mismo. Además que al estar tan cerca de la carretera en muchísimas ocasiones la pelota cae a la calle y las motos, bicicletas y autos deben de parar.