De la moral de la abuela hablaban sus manos, adornadas por cayos provocados por cortes de caña, despalillo de tabaco, cultivo de tomate y crianza de animales…
Decía, que la mejor forma de proclamar una cosecha, es el plato repleto de ese producto sobre la mesa.
Hoy violo ese precepto, amparado en que todo final tiene un inicio, a veces escabroso, pero donde prevalece siempre la voluntad del hombre.
UN TRABAJO TEMPORAL DE 11 AÑOS

A Orestes Pereira Gil le propusieron hacerse cargo del cultivo de peces de forma temporal y lleva 11 años como Técnico Acuícola de la Unidad Empresarial de Base Granja Agropecuaria Integral Campo Florido, perteneciente a la Empresa Bacuranao.
Allí, formaron antaño una brigada de seis pescadores y 18 trabajadores en igual número de micro presas, las cuales tienen una capacidad de espejo de agua de 190 hectáreas. Hay 13 embales en el municipio de La Habana del Este y cinco en Guanabacoa.
Las primeras capturas eran dirigidas al Ministerio de la Industria Alimentaria, a empresas de la Pesca, Acuimar y últimamente a la productora y comercializadora Prodal y a la Entidad de Desarrollo Acuícola Maposton.
Principalmente, cultivan ciprìnidos; es decir, carpas, tencas, amuras y lavedos. Además de algún nivel de tilapia.
Durante los últimos años llegaron a capturar 60 toneladas anuales. En el actual 2020 alcanzaron 62,7, de las 50 previstas.
LOS ALEVINES, UN PROBLEMA
El mayor dolor de cabeza para los acuicultores de la Granja Campo Florido fue la obtención de alevines.
Orestes comentó: …”es como la agricultura, si no siembras todos los años, es imposible garantizar capturas… hay que lograr la reproducción en centros de desove”.
Explicó que para esa misión les faltaba espacio, porque la mayor parte de las micropresas están dedicadas a la ceba de clarias, pero apareció una luz en el camino: este año fueron recuperados cuatro estanques donados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias en el embalse Yareya. De ellos, dos, aportaron alevines suficientes para toda la empresa, e incluso para ofertar a campesinos con acuíferos capaces de obtener crías.

Los pequeños pececillos son alimentados con materia orgánica, puede ser gallinaza o vacaza.
En La Habana del Este, crearon recientemente una minindustria, donde comenzaron a procesar el pescado que reciben, aunque los niveles por ahora son aún bajos.
La pesca es un arte. En los últimos 20 días, por ejemplo, fue imposible trabajar por las lluvias. El fango se incrusta en los neumáticos y limita el acceso a los embalses del tractor y la carreta que transporta a los pescadores.
Pero como toda práctica o maestría, necesita primero de condiciones propicias para desarrollarla, y luego, de gente que se entusiasme con el tirón del cordel, de la vara… o en este caso, con la presión del trasmallo o la tarraya, cuando al ser recogida, denuncia que vienen cargados de peces.
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