Foto: Claudia Pis Guirola

Disfrutando la grata quietud de las aguas de la bahía habanera, es casi imposible imaginarlas estremecidas y agitadas por el estruendo de la explosión. Es necesario hacer un esfuerzo grande para tratar de sentir el puñetazo sonoro en estos oídos de hoy que no conocen el sonido de las bombas, ni el de los gritos de terror.

Pero para que no exista olvido -y con él la evaporación de nuestra memoria histórica- se reunieron los capitalinos la tarde de este miércoles 4 de marzo para recordar y condenar, como bien es justo, el atentado que hace 60 años hizo volar al vapor francés La Coubre, atracado en el puerto de esta ciudad.

Cargaba armas y municiones para defender la Revolución bisoña, que ya en 1960 recibía sus primeros ataques orquestados por el enemigo del Norte, escandalizado e impotente por la vigorocidad con que un país nuevo se erigía en sus narices.

Foto: Claudia Pis Guirola

Es el mismo sonido de fin del mundo, son las brasas y el dolor quienes reúnen a los presentes esta tarde. Y son hoy las voces serenas que se alzan para juzgar la agresión, las que representan aquellas que fueron calladas para siempre por la explosión de ese 4 de marzo.

Familiares de los fallecidos entregaron ofrendas florales en honor a las víctimas del siniestro y fue presentado un material audiovisual que refleja los acontecimientos y evidencia la mano terrorista detrás del supuesto accidente del cual, incluso, el gobierno cubano fue acusado. Fue un sabotaje, nada menos, que dejó un centenar de muertos y más de 200 víctimas, pero aún hoy no han sido desclasificados los documentos en poder de quienes lo saben.

Estudiantes del preuniversitario José Martí, del municipio de La Habana Vieja, familiares de las víctimas, vecinos y trabajadores del Grupo Empresarial del Transporte Marítimo Portuario (Gemar) se convocaron sin atender a los castigos del sol y tomaron parte de este recuerdo de pueblo.

Al intervenir en el acto, el actor Alden Knight interpretó el poema Míster no, de Nicolás Guillén, y recordó que con Cuba y su soberanía no han podido ni podrán jamás. 

Foto: Claudia Pis Guirola

Esta es una sola Habana y no hay diferencia real entre quienes sienten verdaderamente suya esta Patria pequeña y a la vez grande que tenemos que defender hoy más que nunca. Hoy los ataques no utilizan las tradicionales armas, se trata de dinamitar las bases de nuestro orden con herramientas distintas, pero sea cual sea la forma el objetivo es el mismo y ante ello se asegura: "¡Nunca más!".

"Un día como hoy estar aquí en este lugar que conmueve y engrandece, es algo muy grande", aseguró Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en la capital, al dirigirse a los presentes y sobre todo a los familiares de las víctimas. Asimismo, rememoró los múltiples intentos realizados por Estados Unidos para apoderarse de Cuba.

Foto: Claudia Pis Guirola

Señaló, asimismo, que desde los primeros años de la Revolución, el eterno Comandante en Jefe Fidel Castro había avizorado que en lo adelante todo habría de ser más difícil.

El también miembro del Comité Central del Partido rememoró las palabras del Che cuando dijo: "Nuestra libertad y su sostén cotidiano tienen color de sangre y están henchidos de sacrificio", y llamó a estar atentos a los nuevos artificios impulsados por los enemigos de nuestra independencia que desde las redes sociales tratan de fomentar el terror, la inseguridad y el desorden en Cuba.

Igualmente, exhortó a continuar creando y produciendo, a fortalecer la defensa y a cultivar más que nunca la inquebrantable fe en la victoria.

Finalmente, la cantante Annie Garcés interpretó la canción A los héroes, que fuera inmortalizada en la voz de la mítica Sara González.

Presidieron el acto, además, Reinaldo García Zapata, Gobernador de La Habana y otros miembros del Partido, el Gobierno y organizaciones de masa de la provincia.