En tiempos donde la honestidad y los buenos valores se tornan nebulosos, resulta agradable recibir mensajes como el de Elsa Díaz Aballí, residente en el municipio de Boyeros, quien escribe que “el 26 de agosto perdí mi monedero en el paso peatonal de las calles 100 y Boyeros y la compañera Elena, de la Dirección Comercial de Biocubafarma, lo encontró.

“La misma se dirigió al custodio del paso peatonal informándole que si alguien preguntaba por el monedero lo remitiera a su centro laboral. Al presentarme allí, el día 28 de agosto, el custodio me lo devolvió con todo su contenido (208 cup, mis tarjetas magnéticas y el carné de identidad). Quisiera que a través de ustedes (Tribuna de La Habana) le den nuevamente las gracias a Elena por su honestidad”.

¿A dónde van mis megas?

“Muy molesto me dirijo a esta sección, pues por segunda ocasión me siento desprotegido como cliente de etecsa”, así comienza su queja Henry Pérez La Rosa, vecino de calle 244, No. 24745 entre 247 y 249, reparto Abel Santamaría, municipio de Boyeros.

Y es que dos veces he comprado paquetes de datos lte y lo que tengo, más la suma de lo que compro, no da la cuenta. El 28 julio – relata– tenía 240,511 mb (237,017 MB solo lte), compré un paquete de 1 gb (equivale a 1,024 mb) y quedó 1,235 gb (1,231 gb solo lte). “Reclamé por los canales oficiales de etecsa y al final no me dan la razón.

Alegan que los megas faltantes los gasté porque compré el paquete estando conectado a una red social, cosa que no fue cierta, pero todo quedó ahí, pues no tenía pruebas para defenderme. “El pasado 28 de agosto, me quedaban 920,769 mb (solo lte), compro 1 gb, y la suma queda en 1 899 gb (solo lte). Faltaron 45 megas y hacía unos diez minutos que había desconectado los datos móviles.

“Cuento con capturas de pantalla –Henry las adjuntó en su mensaje–. ¿Qué está pasando? (...) ¿Hasta cuándo tengo que pasar por lo mismo y sentirme desprotegido?”, se pregunta y finaliza.