Dar sangre es dar vida, pues ayuda a atender a personas con diferentes condiciones médicas. Sin embargo, no solo quien recibe gana; conoce los beneficios para la salud de donar sangre: ayuda a otros y a ti mismo.

La sangre es un tejido líquido que recorre el organismo, transportando células y elementos necesarios para nuestras funciones vitales. Además de distribuir nutrientes, cumple funciones fundamentales, como la defensa ante infecciones e intercambios gaseosos.

La cantidad que tenemos depende de nuestra edad, peso, sexo y altura, como promedio un adulto tiene entre 4,5 y 6 litros de sangre, es decir, el 7 % de su peso. Al donar, se extraen 450 mililitros, lo cual no afecta la salud, pues la sangre es un tejido renovable, proceso que ocurre en promedio cada 120 días.

¿Por qué es importante la donación de sangre?

Es fundamental, pues ayuda a la atención de pacientes con cáncer o problemas hematológicos, quienes sufren accidentes o se someten a una cirugía. Asimismo, no puede ser fabricada ni almacenada de forma indefinida, pues caduca, de ahí la importancia de promover la cultura de la donación.

En cada donación se obtienen glóbulos rojos; plaquetas, las cuales son necesarias para evitar hemorragias; plasma, esencial para la coagulación, y crioprecipitado, que se usa en pacientes en terapia intensiva y en mujeres con complicaciones severas al final del embarazo.

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En conclusión, donar es un acto altruista, solidario, humanista, que vale la pena, pues con cada donación se salvan tres vidas, sin poner en riesgo la nuestra, incluso beneficiando la propia salud.

¿Cuáles son los beneficios para la salud de donar sangre?

No conlleva riesgos para la salud, al contrario, podría beneficiarla. Entre esos beneficios, se encuentran:

* Obtienes un análisis médico completo, que incluye presión arterial, altura, peso, temperatura, biometría hemática, grupo sanguíneo, detección de VIH, hepatitis B y C, sífilis y tripanosomiasis o enfermedad de Chagas.

* Según estudios, quienes donan periódicamente disminuyen el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

* No te engorda ni te debilita, al contrario, la sangre se renueva y los órganos reciben sangre joven.

* Aumenta la capacidad pulmonar y los niveles de oxigenación en todos los tejidos.

* Previene los daños circulatorios e infartos.

* De hecho, la sangre fluye mejor después de donar. Esto es benéfico, pues las diferentes sustancias a las que estamos expuestos en nuestra vida diaria, provocan que nuestra sangre se hipercoagule o se vuelva más densa, fluyendo con mayor dificultad.

* Equilibra los niveles de hierro, pues por cada unidad perdemos aproximadamente un cuarto de gramo de hierro, reduciendo el exceso.

* Al bajar los niveles de hierro, contribuimos a proteger el corazón, pues sus excesos son dañinos.

* Puede ayudar a aumentar tu autoestima y sentimiento de satisfacción.

¿Cuáles son los requisitos para donar sangre?

Debes informarte antes de acudir a tu banco de sangre, aquí compartimos los requisitos básicos:

* Tener más de 18 años y menos de 65 años cumplidos.

* Pesar más 50 kg.

* En mujeres: no estar embarazada, amamantando o menstruando, y que hayan pasado más de seis meses desde su último parto.

* No haberte vacunado en los últimos 30 días.

* No estar enfermo ni tomar algún medicamento siete días antes de donar.

* No haber consumido bebidas alcohólicas en tres días.

* No haber tenido ningún tipo de cirugía en los últimos seis meses.

* Haber cumplido más de un año de tu último tatuaje, perforación o tratamiento de acupuntura.

* Se debe retirar los aretes en mucosas como nariz, boca o genitales tres días antes de donar.

* Cumplir un ayuno mínimo de cuatro horas. La recomendación es ingerir en ese lapso abundantes líquidos (excepto café y lácteos), incluso puedes comer fruta.

* Presentarte a tu banco de sangre más cercano con identificación oficial, aseado, con ropa cómoda y, de preferencia, sin haberte desvelado.

Es importante tener en cuenta que, dependiendo el tipo de donación, puedes requerir de 30 a 120 minutos, más el periodo de recuperación, que suele ser de 15 a 30 minutos. Pasado este tiempo evita fumar o beber alcohol, además de no realizar deporte o actividades extenuantes ni estar en ambientes calurosos, hasta el día siguiente.

Ser un donador periódico, le dará mayores beneficios a tu salud; esto puedes hacerlo donando cada dos o seis meses, según el tipo. Sin embargo, como hombre no debes donar más de cuatro veces al año y como mujer más de tres veces.

¿Hay quienes no pueden donar sangre?

Los especialistas comparten que, entre ellas se encuentran las mujeres embarazadas o personas con anemia, así como aquellos que hayan tenido relaciones sexuales con desconocidos o varias parejas en un lapso corto, por el riesgo de haber adquirido una infección que no aparezca en las pruebas.

Quienes sufren una infección, deben terminar su tratamiento y dejar pasar al menos dos semanas de recuperados para poder ser candidatos a donación; si padeciste tuberculosis o fiebre tifoidea, el tiempo de espera son dos años después de curarte.

Si te dio hepatitis A, puedes donar, siempre y cuando haya sido antes de los 11 años, de lo contrario estás imposibilitado. Tampoco debes hacerlo si sufres de caries severas o hay presencia de grasa en la sangre. En el primer caso, por el riesgo de transmitir infecciones bacterianas de forma sanguínea.

Si recibiste una transfusión, podrás donar un año después de haber recibido sangre.

Recuerda, donar sangre es dar vida y es una cultura que debemos fomentar. Practica la solidaridad, ayuda a los demás e incluso a ti mismo.

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