La tuberculosis (TB) es una de la enfermedades infecciosas más letales del mundo. Cada día, mueren más de 4 000 personas por su causa y cerca de 30 000 se infectan con este padecimiento prevenible y curable. Desde 2000, los esfuerzos mundiales para combatirla han salvado unas 63 millones de vidas.

Afecta principalmente los pulmones y en menor medida a otros órganos como riñones, huesos, meninges y ganglios linfáticos. Es provocada por un microorganismo Mycobacterium tuberculosis, conocido también como bacilo tuberculoso o bacilo de Koch, en honor a su descubridor.

Foto: Minsap

El Día Mundial de la Tuberculosis se conmemora cada 24 de marzo a fin de concientizar a la población sobre sus devastadoras consecuencias sanitarias, sociales y económicas, e intensificar los esfuerzos para acabar con la epidemia mundial de esta enfermedad. Este año bajo el lema: El tiempo corre, pues se está acabando el tiempo para actuar según los compromisos adquiridos por los líderes mundiales que permitan acabar con la TB.

Con la actual pandemia de la COVID-19 la situación se torna más crítica, pues se ha puesto en riesgo el progreso de la Estrategia para el Fin de la TB, y la necesidad de asegurar el acceso equitativo a la prevención y la atención en línea, con el impulso de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para lograr una Cobertura Sanitaria Universal.

Prevención y control en Cuba

Existe un Programa de Prevención y Control de la TB, establecido por el Sistema Nacional de Salud, con resultados favorables pues la Isla no escapa de esta enfermedad.

Se realizan pesquisas en las que se priorizan los grupos vulnerables: personas que de alguna manera hayan podido estar expuestas al bacilo de la TB, por ejemplo, en contacto con un paciente enfermo, reclusos o ex reclusos, pacientes con VIH u otras inmunodepresiones, niños menores de cinco años, adultos mayores de 60 años, diabéticos, desnutridos, personas con adicciones como alcoholismo, tabaquismo y drogadicción.

Se recomienda que si una persona tiene síntomas, como tos prolongada por más de 21 días, expectoración con hemoptisis (con sangre) o sin ella, por la boca, febrícula, decaimiento, entre otros, debe acudir al médico de familia.

Cuando esto ocurre, se realizan varios estudios: el esputo bacteriológico, rayos x de tórax, valoración clínica y epidemiológica, en casos difíciles la prueba X pert, junto a otros exámenes complementarios, que permiten hacer el diagnóstico y comenzar el tratamiento.

El período de transmisibilidad es todo el tiempo durante el cual se expulsan los bacilos infecciosos de la TB por lo que se deben tomar medidas sanitarias: aislamiento domiciliario, higiene estricta, utilizar utensilios personales, nasobuco, de ser posible dormir en un cuarto ventilado y evitar el hacinamiento en la vivienda.

También se realizan los estudios a las personas que tienen contacto con el paciente; si se diagnostica que no tienen TB se comienza un tratamiento de quimioprofilaxis. Los tratamientos son supervisados por el médico y la enfermera del consultorio de la familia, quienes le suministran los medicamentos.

El tratamiento es gratuito y se extiende alrededor de siete meses. Mientras dura la enfermedad, el paciente cesa de trabajar sin dejar de recibir el salario, y le expiden una dieta. Luego del último esputo con cultivo negativo, se le da el alta de curado, y se le hace un seguimiento epidemiológico durante dos años.

Foto: Minsap

COVID-19 y Tuberculosis

La OMS y la Unión International contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias (La Unión) han expresado su gran preocupación por el impacto de la COVID-19 en la lucha contra la TB, sobre todo en los países de más alta carga de la enfermedad y de recursos económicos limitados.

Cuba es uno de los países con más baja carga de la enfermedad en la región de Las Américas y trabaja fuertemente para ser uno de los primeros territorios en eliminarla antes de 2035.

Para ello, se ha preparado un Plan Estratégico Nacional, basado en la Iniciativa Mundial de Fin de la TB, en el cual se establecen sus objetivos, metas, estrategias y prioridades para alcanzar este hito. Desde que se confirmaron los primeros casos infectados con SARS-CoV-2 se activó su Plan de Acción Nacional contra Epidemias para establecer medidas destinadas a contrarrestar la enfermedad y proteger la salud de la población.

Para continuar disminuyendo los niveles de incidencia de esta enfermedad y lograr el cumplimiento de la Estrategia de la OMS, el MINSAP se ha propuesto trabajar en:

  • Mantener la voluntad política en materia de apoyo social, intersectorial y de las regulaciones legislativas, así como la alianza con organismos de la sociedad civil y la comunidad para los procesos.
  • Fortalecer las acciones de vigilancia epidemiológica para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes y de las personas de grupos vulnerables, que por orden de prioridad son los siguientes:
  • Contactos de casos de tuberculosis.
  • Exreclusos y reclusos
  • Personas viviendo con el VIH u otras inmunodepresiones.
  • Niños menores de 5 años y adultos mayores de 60 años.
  • Pacientes alcohólicos.
  • Pacientes que padecen Diabetes Mellitus.
  • Pacientes desnutridos.
  • Personas con otras enfermedades crónicas (asma, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, insuficiencia renal u otras).
  • Casos sociales y económicamente vulnerables: deambulantes, drogadictos y residentes en asentamientos críticos.
  • Personas de unidades de Salud con internamiento prolongado (hogares de ancianos y de impedidos físicos o mentales).
  • Personas con lesiones radiográficas pulmonares antiguas.

Enfrentar el reto de la lucha contra esta enfermedad y encontrar técnicas novedosas para su erradicación es tarea de todos. Es imprescindible establecer diferentes acciones de acuerdo con la situación epidemiológica y las características de cada territorio, con el apoyo de la comunidad, sobre todo en el autocuidado. Es hora de actuar para poner fin a la TB, y mucho más en tiempos de COVID-19.

Referencias
Sitio web de la OPS
Sitio web del Minsap

Ver además:

Avances en la fase III de ensayo de candidatos vacunales cubanos