A menos de un año de comenzar la acometida del Gobierno y las  instituciones de Salud cubanas sobre la situación epidemiológica generada por la COVID-19, la Mayor de las Antillas exhibe orgullosa el avance de dos de sus candidatos vacunales a la fase III de ensayo, y otros tres en etapas importantes de desarrollo, verdadera hazaña para la región, según trascendió este martes 23 de marzo en el espacio televisivo de la Mesa Redonda.

Soberana 02 y Abdala representan hoy día los dos proyectos de vacunas para enfrentar la compleja situación sanitaria que llegan a este inédito nivel de prueba o ensayo autorizado, en parte de la población (participan más de 90 000) en cuatro provincias del Occidente y el Oriente cubanos, dentro de la cual se incluyen a grupos de riesgo como el propio  personal de Salud enrolado en la estrategia de enfrentamiento a la pandemia desde su inicio. Otras 150 000 personas se irán sumando en los próximos días.

Los pormenores de esta complejísima etapa estuvieron al centro del informe presentado por especialistas y científicos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), el Instituto Finlay de Vacunas (IFV), la empresa BioCubaFarma y funcionarios del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Cuba, encabezados por la viceministra, Carilda Peña García.

Foto: Mesa Redonda

Justo esta última amplió sobre la situación epidemiológica en la nación, que exhibe al día de hoy 68 250 casos confirmados, de los cuales 4481 han sido importados, para una tasa de incidencia de 103.5 por cada 100 000 habitantes.

La Habana y Santiago de Cuba continúan siendo las provincias con mayor número de personas contagiadas en este tercer rebrote de la enfermedad, que ha puesto en riesgo, asimismo, a otros territorios como Pinar del Río, Granma o Sancti Spíritus, aunque en estos últimos es mucho más fácil controlar la situación, dada su menor densidad poblacional y menos compleja actividad económica y social, apuntó.

La Viceministra develó, no obstante, resultados positivos dentro de la política nacional de enfrentamiento a la pandemia, entre ellos, lograr un índice de altas médicas que ronda el 95 % de los casos, muchos no solo recuperados, sino salvados de condiciones de terapia intensiva.

Pese a ello, lamentó el actual debut de pacientes en edades pediátricas y menores de 20 años con la enfermedad, un hecho insoslayable, aunque gracias al Sistema de Salud en la Isla no se ha lamentado aún la muerte por esta causa entre integrantes de dicho rango etario.

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Por su parte, la doctora Ileana Morales Suárez, directora de Ciencia, Tecnología e Innovación del MINSAP y presidenta del Comité Científico de enfrentamiento a la COVID-19 en el país, reconoció los méritos de la estrategia reguladora que acompaña en Cuba el desarrollo de estos productos desde su misma gestación, según ella logros absolutos de la política científica de la Revolución y las enseñanzas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz acerca del valor de la Salud y la Biotecnología al servicio del pueblo.

Destacó que la fase de pruebas y estudios de intervención a diferentes escalas, representan un momento crucial en el desarrollo de los candidatos vacunales, cuyo desenlace puede ser tanto su aprobación definitiva y registro por organismos competentes, como su autorización de uso en fase de emergencia, siendo esto último, el resultado más común con respecto a otras vacunas en desarrollo en el resto del mundo.

La especialista aventuró que de cumplirse con todos los protocolos y obtener los resultados esperados, hacia el próximo mes de julio podría comenzar una vacunación más extendida en la Isla, primeramente en grupos de riesgo y otros priorizados por concepto de edad avanzada, para alcanzar en agosto una cifra cercana a los seis millones de personas y antes de que culmine el 2021, haber abarcado ya a toda la población.

"Avance progresivo, pero con pasos sólidos", constituye la máxima de este proceso, solo posible, subrayó la doctora, gracias a la sinergia entre los estudios de riesgos y el análisis sistemático de la capacidad productiva, vínculo estrechísimo entre ministerio e industria sin el cual, cualquier pronóstico o proyección sería imposible de concretar.

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Y precisamente a la producción en serie de los candidatos vacunales se refirió el vicepresidente del grupo empresarial BioCubaFarma, doctor Eulogio Pimentel Vázquez, quien inició su intervención dejando sentada la nulidad de cualquier visión competitiva o lucrativa entre las empresas encargadas de dicha tarea en Cuba.

Explicó que las rutas productivas de Abdala o Mambisa, no interfieren en las de Soberana 02, razón por la cual pueden avanzar ambos proyectos en paralelo, buscando siempre, no desplazar al contrincante vacunal, sino la manera de tributar a la inmunización más rápida y efectiva de toda la población.

Pimentel aludió a las estrategias diferentes, aunque complementarias, de generar las proteínas de valor genético imprescindibles para la producción de vacunas entre los distintos laboratorios habilitados, que van del uso de células de Hámster Chino, un mamífero por el que optaron el IFV y el Centro de Inmunología Molecular (CIM), o la levadura Pichia Pastoris, elección del CIGB.

Finalizó con el anuncio de la disponibilidad futura garantizada del producto, tanto para la inmunización absoluta de la población cubana, como para su distribución, incluso, en otras regiones del mundo.

En la misma cuerda, la doctora Marta Ayala Ávila, directora general del CIGB, ofreció detalles sobre el proceso de producción específico del candidato vacunal Abdala.

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Aseguró al respecto que en sus primeras fases de estudio, cuando se midieron la seguridad e inmunogenicidad del producto, este resultó ser "seguro y bien tolerado". "Era un elemento que podíamos prever, porque estábamos trabajando con una tecnología muy segura, proteínas recombinantes, pero es algo que teníamos que demostrar con los estudios clínicos posteriores".

Destacó igualmente, como parte de estos procesos, el cumplimiento férreo de los protocolos de acompañamiento a través de la agencia reguladora cubana, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos  (CECMED) y del Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos, todo a tono con las más estrictas normativas sobre la producción de vacunas que existen a nivel internacional.

Como colofón del espacio, el doctor en Ciencias Vicente Vérez Bencomo, director general del IFV, disertó sobre las dinámicas de prueba y producción del candidato Soberana 02.

"No es un proceso de vacunación, sino de ensayo", comenzó aclarando sobre la actual etapa de uso del producto, tras la cual, según sus palabras, cabe descubrir si no hay alteraciones y ofrece seguridad, luego esperar que produzca inmunidad en los testadores, y aún después, verificar si esa inmunidad es suficiente, ya sea para contrarrestar la enfermedad, como para combatir la infección, dos circunstancias completamente distintas.

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Vérez comentó que con respecto a Soberana 02 se prevé un efecto directo en el control de la infección, a todas luces, la respuesta de preferencia por su incidencia en el control del virus a nivel masivo y comunitario.

Aun reconociendo la existencia de deudas en este proceso, sobre todo referidas a la extensión de las investigaciones y pruebas a las edades pediátricas, el doctor reconoció la trascendencia de haber llegado a una fase III de desarrollo de los candidatos vacunales, algo que pocas naciones, incluso desarrolladas, pueden ostentar.

"Llegamos al final del día sintiendo a Fidel con nosotros. Más que una vacuna es un país. Es el país que Fidel construyó y que tenemos la obligación de defender (...) Podemos sentirnos orgullosos y contentos de lo que hemos logrado", concluyó.

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