El cáncer representa la segunda causa de muerte en Cuba y en la región de las Américas, y quienes lo padecen el diagnóstico les cambia la vida, más en edades tempranas, de ahí que para sensibilizar y crear conciencia sobre los desafíos que enfrentan esos niños y adolescentes y sus familias cada 15 de febrero se conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil.

En la nación entre 300 y 400 infantes son diagnosticados cada año con la enfermedad, y se les
garantiza el tratamiento rápido y oportuno para su recuperación en el menor tiempo posible, lo que
repercute en los elevados índices de sobrevida que ostenta el país, dijo a la ACN la doctora Caridad
Verdecia Cañizares, jefa del servicio de Oncología del Hospital Pediátrico William Soler, en esta
capital.

La también especialista en I y II Grado en Cirugía Pediátrica y de II grado en Oncología expresó
que para el tratamiento a los menores de edad se dispone de nueve centros en el territorio nacional.

Existe uno en la propia institución y el resto en los hospitales Pepe Portilla (Pinar del Río), Juan
Manuel Márquez (La Habana), José Luis Miranda (Villa Clara), Eduardo Agramonte Piña (Camagüey), Octavio de la Concepción y de la Pedraja (Holguín) y en el Pediátrico Sur (Santiago de Cuba), además de los institutos de Hematología y de Oncología y Radiobiología, en la capital.

Verdecia Cañizares, a su vez jefa de la comisión nacional de Cáncer Infantil, detalló que las variantes más frecuentes de la enfermedad están relacionadas con la leucemia (70 por ciento), los linfomas (Hodgkin y no Hodgkin) y los tumores del sistema nervioso central.

Asimismo, puntualizó que a esas edades también pueden desarrollar tumores sólidos extra craneales con neuroblastomas, nefrobastomas y sarcomas de tejidos óseos y blandos; mientras que los menos comunes se encuentran en el hígado, ovarios y páncreas.

También comentó que el procedimiento a seguir en los niños diagnosticados con cáncer incluye sesiones de quimioterapia y cirugía en el caso de necesitar; y una vez recuperados pueden continuar sus vidas, manteniendo siempre los cuidados y el seguimiento médico correspondiente.

Al igual que en los adultos, el cáncer infantil es una de las comorbilidades que agrava la situación de los enfermos cuando contraen el SARS-CoV-2, de ahí que Verdecia Cañizares insistió en la necesidad de proteger a los menores de edad y no exponerlos a colas, ni salidas innecesarias.

Explicó que el hospital William Soler es una de las instituciones que no ha tenido casos de COVID-19 en niños con cáncer, porque se extremaron las medidas higiénicas y sanitarias tanto del personal de la salud como de los familiares.

La Organización Panamericana de la Salud refiere que cada año más de 400 000 niños son diagnosticados con cáncer en el mundo y en la región de las Américas se estima que en 2020 hubo 32 065 nuevos casos en niños de 0 a 14 años; de ellos, 20 855 ocurrieron en países de América Latina y el Caribe.

Datos de ese organismo internacional señalan que en el pasado año la enfermedad causó la muerte de 8 544 niños menores de 15 años y unos 7 076 provenían de América Latina y el Caribe.

(Tomado de ACN)

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