En los juegos de azar, apostar significa estar dispuesto a arriesgar algo de valor con la esperanza de recibir algo que tiene un valor aún mayor, pero no de manera calculada, racional y lógica, sino en dependencia de la suerte que se tenga. La adicción patológica a los juegos de azar, se llama ludopatía y es el deseo incontrolable de seguir apostando a pesar de los estragos que eso causa en la vida familiar, social y económica de la persona jugadora.

Mecanismos de la ludopatía

Apostar puede estimular los sistemas cerebrales de recompensa al igual que las drogas o el alcohol, y por ese motivo causar adicción. Quien tiene una ludopatía, puede hacer apuestas continuamente, ocultar su comportamiento, consumir sus ahorros, vender objetos valiosos de su propiedad, acumular deudas o, incluso, recurrir al robo o al fraude para sostener esa adicción. Es un trastorno grave capaz de destruir vidas, pero muchos ludópatas han encontrado ayuda a través de un tratamiento profesional.

Retrato de un ludópata

Las manifestaciones de ludopatía incluyen dedicarse a pensar continuamente cómo ganar más dinero con las apuestas, sentir necesidad de apostar sumas de dinero cada vez más elevadas para lograr la misma emoción sin tener éxito en su control, apostar para escapar de los problemas o aliviar sentimientos de desesperanza, culpa, ansiedad o depresión, intentar en vano recuperar el dinero perdido con más apuestas, mentir para ocultar la magnitud de las apuestas, perder relaciones importantes debido a ellas, recurrir al robo o al fraude para recuperar el dinero perdido o para seguir apostando, pedirle o suplicarle a otras personas que se hagan cargo de sus problemas económicos porque perdió su dinero y tienes deudas. La mayoría de los apostadores ocasionales se detienen cuando pierden o establecen un límite para perder. Al ludópata tal vez le resulte difícil darse cuenta de que tiene un problema con el juego.

Causas probables de ludopatía

El origen de la ludopatía puede ser una combinación de factores biológicos, genéticos y ambientales. Ciertos factores están más asociados a la ludopatía como son algunos trastornos de salud mental y frecuentemente tienen problemas de abuso de sustancias, trastornos de personalidad, depresión o ansiedad. Es más frecuente en personas jóvenes y de mediana edad, siendo mayor en hombres que en mujeres, aunque ellas pueden volverse adictas con mayor rapidez.

Consecuencias de esta adicción

La adicción al juego puede tener consecuencias profundas y duraderas en la vida de una persona como son problemas en las relaciones humanas y económicas serias como la bancarrota, problemas legales o encarcelamiento, mal desempeño laboral o pérdida del empleo, mal estado de salud general hasta llegar al suicidio, intentos de suicidio o pensamientos suicidas. Los programas educativos dirigidos a las personas y los grupos con mayor riesgo pueden resultar de utilidad. Quien se sienta demasiado tentado por los juegos de azar, debe considerar la posibilidad de evitar las apuestas de todo tipo, a los apostadores y a los lugares donde estas se realizan y buscar tratamiento ante el primer signo de un problema para ayudar a evitar que ese cuadro empeore hasta convertirse en una ludopatía.