
El cerebro humano contiene alrededor de 100.000 millones de neuronas interconectadas a través de trillones de sinapsis o conexiones.
Durante el curso de la vida vida, nuestro cerebro cambia más que cualquier otra parte del cuerpo. Desde la tercera semana de gestación, hasta el final de la vida, sus complejas estructuras están en contante modificación.
En las personas rutinarias el cerebro envejece del mismo modo que lo hace el resto del cuerpo. Sin embargo, hay personas, a quienes el paso de los años les afecta más que a otras en relación a sus capacidades mentales.
El envejecimiento del cerebro es inevitable, pero solo hasta cierto punto porque no es uniforme, pues afecta a todos los cerebros de manera diferente, según la vida de sus dueños. Minimizar o demorar el envejecimiento del cerebro o idealmente detenerlo por completo sería la mejor fórmula para lograr la eterna juventud. Para eso se debe cumplir determinados estilos de vida.
ASÍ LES PASA A TODOS
Pero llegados a un punto, todos empezamos a envejecer. A medida que envejecemos, todos los sistemas de nuestro cuerpo disminuyen gradualmente su capacidad para rendir, incluido el cerebro.
Así, determinados cambios en la memoria están asociados a un envejecimiento normal, aunque posibles de demorar.
CAMBIOS EN LA MEMORIA
Los cambios en la memoria más frecuentes asociados con el envejecimiento normal incluyen la dificultad para aprender algo nuevo, para las tareas múltiples o paralelas, la llamada memoria estratégica que ayuda a memorizar nombres y números y que comienza a disminuir a los 20 años.
La respuesta a esa involución cerebral se halla en determinados genes. Un gen llamado Dbx2 puede explicar el envejecimiento cerebral. Y es conocido cómo en todos los seres humanos las neuronas se deterioran y mueren, y son reemplazadas por otras nuevas. Este proceso se ve facilitado por un tipo de célula madre, las células madre neuronales, pertenecientes al sistema nervioso capaces de regenerarse a sí mismas para dar lugar a células progenitoras.
No obstante, con el paso del tiempo, estas células funcionan menos y hace que nuestro cerebro también lo sea.
EVOLUCIÓN DEL CEREBRO HUMANO
Durante los primeros años de vida, un cerebro infantil desarrolla más de un millón de nuevas conexiones neuronales por segundo, el tamaño del cerebro aumenta cuatro veces en el período preescolar y alrededor de los 6 años alcanza aproximadamente el 90 por ciento del volumen de un cerebro adulto.
Funciones ejecutiva como la memoria operativa, la planificación y el control de los impulsos, localizadas en los lóbulos frontales, se hallan entre las últimas áreas del cerebro en madurar y pudieran no estar completamente desarrollados hasta los 35 años de edad.
Ha sido confirmado cómo aproximadamente un tercio de las personas mayores tienen dificultades con la llamada memoria declarativa, o sea, de recuerdos de hechos o eventos almacenados y capaces de recuperarse; sin embargo, un quinto de las personas en la década de los 70 años o más, realiza pruebas cognitivas tan bien como quienes tienen 20 años.
PARTES DEL CEREBRO
En la masa cerebral, donde existen áreas involucradas en la función cognitiva superior y la codificación de nuevos recuerdos, los cambios comienzan alrededor de los 60 o 70 años.
En la densidad de la corteza cerebral, menos conexiones según pasan los años, pueden contribuir a un procesamiento cognitivo más lento.
En la materia blanca, fibras nerviosas mielinizadas que se agrupan en tractos y transmiten señales nerviosas entre las células cerebrales, la mielina se reduce con la edad y, trae como resultado, retraso en el procesamiento y disminuye la función cognitiva.
En los sistemas de neurotransmisores, el cerebro genera menos mensajeros químicos con el envejecimiento, y es esta disminución de la actividad de la determinadas sustancias como dopamina, la acetilcolina, la serotonina y la norepinefrina quien puede jugar un papel en la disminución de la memoria y la cognición y un aumento de la depresión.
Estos cambios pueden contribuir al envejecimiento del cerebro al desacelerar su proceso de renovación.
COMO RETRASAR O DETENER EL ENVEJECIMIENTO DEL CEREBRO
Adoptar estilos de vida saludables, relacionados con el cuerpo humano en su conjunto y con el cerebro en particular, puede ser una vía aceptada para demorar el envejecimiento del músculo.
Si cuidamos nuestro organismo estamos cuidando nuestro cerebro y viceversa. Existe una frase popular done se le dice al cerebro “el puesto de mando”.
En relación al organismo, se debe mantener una alimentación saludable sin nada de comida chatarra, practicar ejercicios diariamente, incluidos los respiratorios, en base a la edad y a la salud; también mantener un peso adecuado y evitar adicciones como tabaco, alcohol o drogas así como el estrés o la depresión mantenidos en el tiempo, buscando las motivaciones adecuadas, no importa la edad que se tenga.
En relación al cerebro se debe mantener en una ejercitación permanente de las funciones mentales bien sea permaneciendo en el puesto de trabajo por tiempo indefinido y si es un trabajo creativo y no repetitivo pues mucho mejor, o dedicarse a realizar una tarea cualquiera pero mejor de tipo creativo y todos los días. Y por supuesto y en relación a lo anterior, a ese preciado órgano se le debe mantener bien nutrido y oxigenado sin el más mínimo descuido. Y leer buenos libros lo más que se pueda evitando dedicar mucho tiempo a las pantallas, televisor incluido.
Convirtiendo todo lo anterior en sanas costumbres, mientras más jóvenes mejor, pudiéramos decir que nuestros cerebros y nuestros cuerpos prácticamente gozarán de una eterna juventud y nuestros gustos y costumbres, incluidas vestimentas, acicalamiento y perfumes, se mantendrán como en tiempos anteriores.
(Tomado de Cubahora)

![[impreso]](/file/ultimo/ultimaedicion.jpg?1761510841)