Foto: Marcelino Vázquez

Cuando se es joven se incrementan los incentivos de sueños, proyectos, propósitos y realizaciones de vida. Y como parte de su formación integral, la adecuada atención por parte de la familia e instituciones escolares contribuyen de manera importante a definir su vocación y aptitudes para el desenvolvimiento social y futuro laboral de las nuevas generaciones.

Y en Cuba, a pesar de las muy difíciles condiciones económicas-financieras en que se desenvuelve hoy la sociedad ante la crisis global que golpea el mercado externo internacional (y más aun a las naciones del Sur, particularmente a nuestro país con el vil recrudecimiento del bloqueo desde Washington) se le ofrece una alta prioridad al desarrollo emocional de niños, adolescentes y jóvenes. Se complementan acciones primarias de salud desde que nacen, y se les brinda respaldo educativo a través de los diferentes niveles de enseñanza hasta aspirar a la Casa de Altos Estudios en las disimiles carreras universitarias en opción.

Así mismo en declaraciones efectuadas por la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó, se pone de manifiesto la voluntad y los esfuerzos que realiza el país como parte de la Política para la Atención Integral de la Niñez, la Adolescencia y las Juventudes, aprobada en julio pasado en la Asamblea Nacional del Poder Popular. Existe el interés de potenciar el empleo y la atención a este segmento poblacional hacia el estudio o el trabajo, y se hace énfasis en el apoyo a quienes conviven en familias con condiciones de vulnerabilidad.

Ha señalado además la ministra, que en el año 2024 más del 60 por ciento de las personas que accedieron a las ofertas de empleo fueron jóvenes, una tendencia que marcó, además, la participación en los cursos de formación, con una cifra mayor al 62 por ciento.

Lamentablemente, en los últimos años con el reforzamiento cruel del asedio a Cuba que agudiza la situación económica, miles de jóvenes calificados por los centros de enseñanza cubanos a diferentes niveles, han emigrado en busca de mejoras. No obstante, la Isla les ofrece sus puertas abiertas siempre que lo precisen, y también la nación continúa graduando miles de jóvenes más, profesionales que egresan de múltiples carreras universitarias, sean de ciencias, o humanidades.

Y aunque el contexto actual es difícil, no se ceja en el empeño de buscar alternativas para la incorporación creciente de jóvenes a las actividades laborales lo cual es decisivo para alcanzar la sostenibilidad económica, con significativo rol en el desarrollo integral y la seguridad alimentaria, donde la juventud con sus bríos y energía característica, tiene mucho que aportar.

Actúan hoy los jóvenes en la economía lo cual incluye las nuevas formas de gestión instituidas, existe más de un millón 500 mil en esta rama, y de estos alrededor del 76 por ciento labora en el sector estatal, y un 31 porciento en el no estatal. Entre estos el trabajo por cuenta propia es una alternativa de empleo que generalmente concentra la fuerza laboral en actividades de venta de productos alimenticios, útiles para el hogar y productos agrícolas, así como también en transportación de carga de pasajeros, modalidades en desarrollo.

Las organizaciones juveniles, la Unión de Jóvenes Comunistas, consideran importante la labor desplegada por la juventud en todos los sectores de la economía, incluyendo el bastión científico, y también los servicios.

En el caso de las jóvenes durante el proceso de maternidad tienen la protección del Estado a través del Decreto Ley de la Maternidad de las Trabajadoras, e incluye, además, a las madres en edades tempranas que estudian, contemplando el derecho a recibir todas las prestaciones insertadas en la norma jurídica. Es decir, garantías salariales según las labores que realizan son tenidas en cuenta durante esa etapa.

Igualmente existen iniciativas para estimular la vinculación de jóvenes al trabajo y estudio, como las Ferias de Empleo y modificaciones en el Código laboral. Esta novedosa experiencia de carácter nacional ha contribuido a la reinserción laboral de miles de jóvenes a lo largo del territorio, evitando trámites burocráticos de oficinas que en ocasiones dilatan los procesos.

Otro aspecto estrechamente relacionado con la juventud es la responsabilidad de cada uno de los empleadores en cuanto a la formación de los recursos humanos, la capacitación que precisan los muchachos al incorporarse a las diversas acciones de trabajos.

Se trabaja también en el desarrollo científico-tecnológico del país y en ello tienen un destacado papel los jóvenes, la mayor fuerza de empuje en las instituciones científicas cubanas.

El hecho que los jóvenes luego de culminar estudios se incorporen a una determinada forma de gestión laboral es un deber moral ante la sociedad, no una obligación. Ello ayuda a la formación de su carácter, disciplina, experiencia y lo avala profesionalmente para emprendimientos futuros.

La juventud sigue siendo pilar esencial del desarrollo sostenible del pueblo de Cuba que confía en sus actuales y futuras generaciones de pinos nuevos para convertir cada revés de la Patria, en victorias.

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