Foto: Juvenal Balán

La situación de higienización de las calles de algunos barrios de La Habana se torna compleja, la proliferación de microvertederos y el mal estado de los contenedores para recepcionar los desechos sólidos, aumenta, por lo que resulta indispensable analizar forma de regresar al saneamiento, con carácter sostenible.

Hay comprensión de la carencia de recursos económico-financieros del país lo cual tiene como causa esencial el vil recrudecimiento del asedio de Washington con fuerte incidencia en la adquisición de combustible y medios que precisan los Servicios Comunales, pero entre todos los factores de la ciudad debe encontrarse la alternativa más viable para la solución de esta seria problemática.

Actualmente en cualesquiera de los interiores de comunidades se constatan aglomeraciones de basura y escombros que fomentan focos de vectores. Y siempre que aparecen las lluvias y los vientos habituales de la temporada, esos desechos se diseminan por doquier.

No basta con el barrido de las calles que es necesario, hay que erradicar cualesquiera de los focos de contaminación ambiental que se suscitan. Y aunque también existe indisciplina social, el hecho de no existir depósitos apropiados( buena parte destruidos) para que los vecinos coloquen los desperdicios de las viviendas y además los que generan empresas de los municipios, esto conspira contra la limpieza e higiene y ello puede tornarse muy peligroso en esta etapa de verano donde abundan las altas temperaturas y precipitaciones.

Un grupo de parques de la capital precisan de cuidados, en algunos casos se dan actos delictivos que dañan la imagen y el objeto social de esas áreas concebidas para el esparcimiento, entretenimiento o descanso de las familias, particularmente los niños en este período de vacaciones. Sin embargo, farolas, bancos, cestos, plantas ornamentales y áreas infantiles han sido dañadas. El emblemático Parque Piñera del Cerro es uno de los más afectados por el accionar de elementos inescrupulosos que apenas han dejado alguno que otro bloque o ladrillo de la cerca perimetral creada para delimitar el área de los infantes.

Esta cuestión se observa con solo transitar interiores de las barriadas. Calles como Coco, Clavel y Domínguez, Mariano y San Pablo, por solo mencionar algunas del Cerro, aparecen en estado deplorable de microvertederos. Pero igualmente se aprecia en otros puntos de la barriada de Luyanó y otras de Diez de Octubre; también sucede en áreas de Plaza, Playa, Centro Habana, alrededores de avenida Carlos III, entre otras zonas. Es un fenómeno que lamentablemente se viene extendiendo y debe frenarse.

Hay también experiencias positivas de parques con presencia de custodios o guardaparques, quizás también podría asignarse personal de comunales u otro de la zona con autoridad y posibilidades de accionar en este sentido, a modo de empleo, como ocurre con parqueadores en puntos de la ciudad. Lo que sí hay que continuar insistiendo en buscar fórmulas para solventar esta problemática que atañe a la casi generalidad de los municipios habaneros.

Preocupa ver vecinos tratando de sanear los frentes de sus viviendas incinerando la basura colindante, pero esto resulta muy peligroso, además de tóxico por el humo que genera, más aún cuando no es personal profesional quien lo ejecuta, en ocasiones vemos carros bomberos apagando medianos o pequeños fuegos producidos por esa causa, y tampoco resulta fácil convivir con esos microvertederos.

La participación popular es decisiva, pero es preciso encontrar institucionalmente la mejor solución, la más sustentable en este difícil contexto del país porque ello contribuye a sanear las comunidades y a evitar el fomento de enfermedades y epidemias oportunistas.

Los gobiernos locales con los factores que tienen en su jurisdicción deben seguir generando iniciativas que minimicen o erradiquen esta situación con la higiene que a todos afecta. Y estamos seguros que también se está trabajando en su solución, ya en algunos lugares, (con ideas creativas e innovaciones) pueden constatarse mejorías, lo importante es generalizar las mejores experiencias que vayan apareciendo.

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