Foto: alainet.org

En la República de Brasil tiene lugar la Cumbre de Jefes de Estado de naciones del Sur del continente con el propósito de revivir la UNASUR, organización de suma importancia e imprescindible para sustentar paz y desarrollo en Latinoamérica y el Caribe y particularmente contribuir a  disminuir las desigualdades, así como la pobreza extrema aún presente en esta zona del planeta.

Un aspecto significativo de este encuentro resulta la asistencia de mandatarios con diferentes ideologías y estructuras socio-económicas en sus países lo que muestra que es posible aunar voluntades para mejorar las condiciones de vida de millones de hijos de la Patria Grande.

El ente regional enfoca sus objetivos de integración a la complementariedad económica, comercial y financiera, aspecto que puede ayudar a solventar la crisis global actual que invade al mundo y cual incide desfavorablemnte y con mayor énfasis en estas ancestrales tierras, víctimas de siglos de explotación colonial y neocolonial a la que también han dañado con creces políticas neoliberales impuestas durante décadas contemporáneas.

Brasil, con su presidente Luis Inácio Lula da Silva al frente de la convocatoria y como anfitrión del cónclave, ha logrado promover la necesidad de unidad de nuestros pueblos para lograr enfrentar los flagelos que azotan a millones de ciudadanos de estas naciones.

La epidemia de Covid-19, que tanto dolor causó con muertes y secuelas dejadas, demostró lo indispensable de trabajar cohesionados todos los gobiernos en la búsqueda de estrategias comerciales, pero también de supervivencia y enfocadas a mejoras indicadores de Desarrollo Humano, Salud, tecnologías, aplicación de ciencia y técnica, innovación, entre otras ramas del conocimiento que apunten además a prevenir y disminuir los riesgos de catástrofes u otros desastres, los cuales son crecientes y provocan desestabilización, más lamentables consecuencias económico-sociales en los países.

Estos azotes generalmente aumentan cuando existe fuerte dependencia del mercado internacional, que mantiene precios exacerbados en productos y servicios vitales, al tiempo que en las naciones hay un incremento sustancial de la inflación, con desmedida dependencia también del Fondo Monetario Internacional.

Y contrario a ello es casi nula la asistencia a través de un bloque regional integrado, el cual apropiadamente concebido puede viabilizar el intercambio recíproco, la colaboración y ayuda solidaria entre naciones que comparten identidad, culturas, ubicación geográfica e historia.

Lo que acontece hoy en Brasil puede representar la única y más mediata forma de hacer renacer los sueños del Libertador Simón Bolívar, pero sobre todas las cosas ofrece la posibilidad de un mejor bienestar para los pueblos de esta, Nuestra América, esa que también avizoró el apóstol de Cuba, José Martí, y soñaron y lucharon los próceres de la independencia del continente.

Otras informaciones:

Transmitirá este martes RT en Español entrevista con Presidente Díaz-Canel