Foto: Tomada de cuba.cu

La historia de Cuba cuenta en su haber con un episodio lamentable luego de décadas de lucha por la independencia contra el colonialismo español en el siglo XIX; la instauración de la República mediatizada del 20 de mayo de 1902 que surje luego de la intromisión de Estados Unidos (con el pretexto de la voladura del Acorazado Maine), en la Guerra Necesaria liderada por el Ejército mambí contra España.

A partir de entonces continuará durante décadas la batalla por la definitiva emancipación del país. La primera mitad del siglo XX se caracterizó por el surgimiento de organizaciones sindicales, representaciones obreras, estudiantiles y políticas que entonces no darían tregua a los regímenes de turno involucrado en la nueva estrategia de neocolonialismo y alineados a la sed de hegemonismo de Norteamérica hacia las tierras latinoamericanas y caribeñas.

Generaciones de patriotas como Baliño, Mella, Villena, Guiteras, Fidel y muchos otros decididos a transformar las estructuras económicas dependientes del gran capital extranjero y erradicar la pobreza extrema, -particularmente las abismales desigualdades sociales y raciales imperantes-sembraron e hicieron germinar la semilla de la libertad.  Hombres y mujeres de la estirpe de los Maceo y de Martí, no cejaron en el empeño de organizar al pueblo fomentando conciencia política y unidad entre los compatriotas para alcanzar la plena independencia.

Llegó entonces el Moncada, el Granma, Alegría de Pío y cientos de acciones combativas desarrolladas durante los años 50 de la anterior centuria entre el llano y la Sierra Maestra. Una concatenación de misiones y sucesos fueron desplegados contra la tiranía por parte del Movimiento 26 de julio en coodinación con el Directorio Revolucionario y otros partidos progresistas y de izquierda del país. Estos a pesar de contar algunos con propuestas de estrategias de lucha diferentes, contribuyeron a consolidar tras el liderazgo indiscutible de Fidel, la fortaleza y empuje requerido para asumir el compromiso de vencer o morir por la Patria.

El 26 de julio de 1953 fue la carga al machete que otrora  Villena vaticinó para acabar con los bribones, de ahí el significado del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en el Año del Centenario del Maestro el cual no podía dejarse morir. La hazaña de esta fecha fue catalogada por el máximo lícer de la Revolución en su histórico alegato de la “ Historia Me Absolverá”, como necesaria ante los males que aquejaban a la nación, al tiempo que consideró como autor intelectual de esa gloriosa gesta, al Héroe José Martí.

A pesar del revés del Moncada y del levantamiento en santiago el 30 de noviembre (en espera de la llegada del yate Granma con 82 expedicionarios)) la contienda emancipadora continuó su rumbo victorioso hasta dar al trasto con la dictadura de Fulgencio Batista en Enero de 1959 que había enlutado a cientos de familias cubanas y además sumido en la miseria a millones de hijos de esta noble tierra.

Así dejó de existir la seudo república edificada en 1902 para satisfacer intereses foráneos y frustrar la verdadera independencia por la que miles de mambises ofrendaron sus vidas. No más Enmiendas Platt ni usurpación de territorios como el que ocupa la Base Naval de Guantánmo. Hoy Cuba no tiene dueños ni amos, su pueblo decide sin injerencias foráneas.

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