Foto: Tomada de Trabajadores

De positivo puede catalogarse el trabajo a distancia o teletrabajo que se viene desarrollando en las actuales circunstancias. Ello ha resultado ser una fórmula viable de prevención sanitaria, y también económica.

En estos tiempos de pandemia se puso en práctica en el país este mecanismo el cual ha demostrado eficacia en aquellas actividades laborales que bien pueden ejercerse por esta vía, contribuyendo a minimizar contagios, a la vez que alivian agudos problemas de transportación existentes.

Igualmente es una fuente de ahorro importante por cuanto permite utilizar solo la electricidad y los recursos materiales imprescindibles en las entidades, al reducir considerablemente el personal con esa modalidad de empleo.

Lamentablemente todavía existe por parte de algunas administraciones reparo ante algunos de estos procedimientos que fueron demandados por requerimientos sanitarios en estos complejos meses, los cuales han sido ampliados a lo largo y ancho del territorio nacional.

Sin dudas, el adecuado ejercicio laboral a distancia ha posibilitado evitar un mayor número de eventos institucionales en los municipios. No obstante, en ocasiones por acciones irresponsables y de vulnerabilidad de las tareas orientadas de bioseguridad y saneamiento integral en los centros, (así como el indebido uso del nasobuco y aglomeración de personas en oficinas cerradas por una incorrecta planificación de días y horarios de trabajo), se han presentado penosas situaciones.

Probablemente algunas de las iniciativas puestas en práctica en estos meses de permanencia del letal virus podrán sostenerse en la nueva normalidad y luego de la intervención sanitaria prevista en el transcurso del año. No debemos confiarnos todavía en esta etapa, aún pueden suscitarse amenazas epidemiológicas, las cuales no podemos desestimar.

Lo más importante es concientizar a las administraciones y a todos los ciudadanos en barrios y comunidades de la necesidad de cumplimentar las recomendaciones y disposiciones vigentes por el Gobierno, organismos competentes, de manera que continuemos avanzando en la batalla sin tregua contra la COVID-19 que tanto daño viene ocasionando a nuestra población, y al mundo. Su erradicación es misión priorizada para los cubanos.

El contexto actual sigue requiriendo de creatividad, innovación, de mayor esfuerzo y voluntad para enfrentar los grandes desafíos que ha impuesto este milenio y que en el caso de la Isla se incrementan, y no solo por la aparición del virus, sino por el criminal y recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos de América contra la noble y aguerrida nación caribeña. Pero como tierra de titanes que resiste, también vencerá a la COVID-19, y al genocida bloqueo de Washington.

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