En la ciudad de Santa Marta, Colombia, se inició este domingo la IV Cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), con la activa participación de la inmensa mayoría de las naciones convocadas, unas 60 asistieron ante la importancia del encuentro.

Desde su comienzo, jefes de Estado, presidentes, vicepresidentes, cancilleres y delegaciones de alto nivel de varias naciones presentes, han estado analizando y sugiriendo propuestas orientadas a fortalecer la colaboración y el intercambio mutuo, beneficioso para todas las partes.

Algunos gobiernos supeditados a la Casa Blanca dieron muestras de su servilismo a Estados Unidos, no participando, pero ello no opacó el interés de los pueblos de la región de continuar apostando a la paz y al desarrollo sostenible, con mayor justicia social, e intentando unidos, mitigar el flagelo de las desigualdades y la pobreza extrema que invade a los países en desarrollo, luego de siglos de explotación colonial y neocolonial.

En el transcurso de la trascendente reunión, se prevé abordar, de manera coordinada, problemas comunes que atañen a las naciones del hemisferio y lograr consenso ante acuerdos que potencien soluciones y mejoren las condiciones de vida de los millones de ciudadanos de estas ancestrales latitudes.

Según autoridades organizadoras de la Cumbre, se espera que, en la Declaración Final, luego de amplio diálogo político entre los asistentes, se concreten socios estratégicos que contribuyan al avance socioeconómico que demanda la región. Igualmente están presentes en la agenda los aspectos relacionados con la defensa de valores democráticos, la necesidad de transiciones energéticas digitales y ambientales, el multilateralismo, la problemática del cambio climático, los desafíos productivos y tecnológicos, y continuar impulsando la labor de integración.

También se busca sustentar una voz común en el escenario global, cuestión esta que resulta una oportunidad de suma importancia para conquistar protagonismo y soluciones a las múltiples necesidades acumuladas, luego de años de expoliación de los recursos de estas tierras americanas.

La cooperación birregional es uno de los temas en debate entre los participantes, la promoción de la descarbonización, la interconexión eléctrica regional con convenios con la UE, así como iniciativas de transferencia de tecnología en salud, fomento de modelos agroecológicos y cadenas de valor sostenibles, entre otros asuntos de importancia para las sociedades latinoamericanas y caribeñas.

Asimismo, el tema de la paz sigue siendo recurrente; el rechazo a las guerras y a la injerencia en los asuntos internos de los pueblos, logra preponderancia con la determinación de la zona, de rechazar cualquier intervención militar en los territorios de esta región.

De igual manera, en este contexto se desarrolla la Cumbre de los Pueblos, donde se denuncia la demencia guerrerista de Washington, la necesidad de unidad e integración en pos de salvaguardar la paz y con colaboración y solidaridad alcanzar el desarrollo sustentable de Nuestra América, Latinoamericana y caribeña.

Ver además:

Apostemos a la Paz y Vida, y no a guerras y muertes