La hambruna extrema diseminada por toda Gaza a causa de la barbarie del gobierno de Israel tiene que frenarse. La comunidad internacional muestra el repudio universal al genocidio que por más de un año viene cometiéndose contra la población palestina en ese enclave, y también en campamentos de refugiados invadidos por Tel Aviv.

A decir del Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterrez, ese territorio se ha convertido en un infierno viviente. Califica lo acontecido como “un fracaso de la humanidad”, a lo que debe añadirse la inoperancia y falta de democracia presente en el Consejo de Seguridad, incapaz de una contundente condena al genocidio provocado por Israel y dirigido por su primer ministro Benjamin Netanyahu, acusado internacionalmente por su responsabilidad en esos crímenes de lesa humanidad.

De igual manera el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, reiteró que usar el hambre como método de guerra “constituye un crimen de guerra", pero Tel Aviv lo niega, a pesar de la gravísima situación alimentaria del enclave, y la muerte por desnutrición de bebés, niños, ancianos, entre otros seres humanos que mueren ante la falta de alimentos, y atención medica requerida.

También señala Guterrez como “un fracaso de La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF)”, respaldada por la ONU, declarando oficialmente la hambruna en la Gobernación de Gaza, lo cual comprende el centro-norte de ese territorio.

Ante esta horrenda situación, el gobierno de Netanyahu continua su intervención ilegal, quebranta derechos humanos e internacionales y silencia medios de comunicación. Y al mismo tiempo tiene en su haber el asesinato de decenas de periodistas durante su intervención. Su objetivo, minimizar las noticias reales sobre lo que allí acontece.

Sin embargo, cada vez son mayores las condenas por todo el mundo al régimen sionista de Israel. Y también los pueblos, por doquier, rechazan a los cómplices, más a quienes siguen apoyando ese genocidio, incompatible con esta era de civilización humana.

Hoy la política de la administración de Netanyahu es similar a la otrora aplicada por los nazifascistas contra la población judía en la pasada centuria. Esta vez el masivo crimen tiene sus orígenes en el comportamiento abominable de las tropas y autoridades israelíes con sistemáticos bombardeos e incursiones en tierras palestinas.

Estadistas, Premios Nobel, intelectuales, Artistas, Profesionales de disimiles ramas del conocimiento, Personalidades y Gobiernos sensatos y respetuosos de los derechos humanos, junto a millones de ciudadanos del mundo repudian los actos de lesa humanidad cometidos, a diario, por Tel Aviv.

La crueldad instituida contra la población palestina debe cesar. Sus niños deberán vivir en un ambiente de paz e independencia, donde predomine la armonía y buena vecindad con todas las naciones. Pero para ello Israel tiene que parar el genocidio y dejar de incentivar el odio y la violencia en el Oriente Medio, alcanzar una paz duradera con Palestina como Estado Libre y Soberano, y también dejar de amenazar y agredir otros pueblos árabes de la región.

¡Basta de crueldad y barbarie! 

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