Los resultados de la segunda vuelta electoral que muestran a Daniel Noboa como presidente ante Luisa González de la Revolución Ciudadana son objeto de cuestionamientos por parte de entes internos, y foráneos.
Existen planteamientos por parte de analistas y comentaristas bien documentados que señalan observar falta de imparcialidad y transparencia durante el proceso con un candidato, Noboa, en funciones de presidente que quebrantó legislaciones establecidas, al no solicitar licencia sin remuneración para el desarrollo de la campaña como establecen las disposiciones de ese país.
Hay también organizaciones no gubernamentales como la Asociación Americana de Juristas, AAJ, con estatus consultivo ante el ECOSOC y representación permanente ante la Organización de Naciones Unidas en Nueva York y Ginebra, que emitieron un comunicado expresando su profunda preocupación por las "múltiples irregularidades e indicios de fraude" que han rodeado ese proceso en Ecuador.

Así mismo la AAJ consideró que el mismo resulta una amenaza al orden constitucional y democrático, pero también una grave infracción al derecho del pueblo ecuatoriano a elegir en condiciones libres y equitativas, a lo cual añadieron el uso de la posición presidencial de Noboa para intervenir activamente en la campaña, abusando de recursos públicos y permitiendo la participación de ministros de Estado en actos proselitistas, elementos estos que se contraponen a los postulados que deben ser de estricta observancia por el CNE.
De igual manera hay denuncias de fraude y omisión de la verdad por parte de González sobre las violaciones presentes en el proceso y valoraciones relacionadas con los sondeos de opinión efectuados, señalando ¿Cómo puede ser creíble que once encuestas se equivocaron?
Es posible que haya ciudadanos que en determinado contexto y circunstancias coyunturales cambien de criterio u opinión sobre los candidatos, pero sin dudas fue sumamente sorpresivo y llamó mucho la atención la abismal diferencia mostrada entre ambos, en apenas unos días, y nunca antes palpable entre dichos contrincantes,
Igualmente, analistas de opinión especializados en el tema han abordado como ilegal que el entonces candidato y Presidente haya utilizado en su campaña recursos no autorizados y declarado precisamente en esos días el estado de excepción en lugares puntuales, a la par de informaciones que dan a conocer cambios de última hora en recintos electorales.
A estos planteamientos se suma el impacto causado en buena parte del electorado el hecho de que ninguna encuesta, a boca de urna, daba cifras próximas a las obtenidas el día 13, entre Noboa y González. Este elemento más los expuestos anteriormente incidieron en crear desconfianza hacia el Consejo Nacional Electoral que emitió una diferencia, de más de un millón de votos, cuestión esta que causó dudas y preocupaciones, y no solo en opositores de Noboa, sino además ante expertos en política electoral, especialistas, gobiernos, organizaciones y medios de comunicación que trasmitieron informaciones desde los días previos al escrutinio, hasta la conclusión del proceso el pasado domingo.
Luego de esta compleja situación se añade la perenne violencia, represión, y persecución política desatada en los últimos tiempos en esa nación latinoamericana. De ahí la necesidad de lograr gobernabilidad sin aplicación de régimen dictatorial y abuso de poder, se impone la unidad de ese hermano pueblo en defensa de la paz, y con respeto inalienable a la democracia popular e independencia de la Patria de Eloy Alfaro y demás próceres de la región.
Más temprano que tarde la verdad saldrá a la luz y los ecuatorianos volverán a enarbolar las banderas de la justicia social, el desarrollo sostenible y más equitativo, con integración y solidaridad entre los pueblos.
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