El nuevo año trae a la vez nuevos libros. En este caso los premios Alejo Carpentier de narrativa (cuento, novela y ensayo) y Nicolás Guillén de poesía 2019, auspiciados por las fundaciones de los mismos nombres, respectivamente, la editorial Letras Cubanas y el Instituto Cubano del Libro.
Estos prestigiosos premios son otorgados para reconocer, fomentar la creación y la promoción de lo más relevante de la literatura cubana contemporánea, a la vez que honran a los intelectuales que llevan sus nombres.
Entre los títulos que verán la luz en esta ocasión está, en el apartado de ensayo, La acera del sol: impactos de la política cultural socialista en el año cubano 1961 al 1981, de Hamlet Fernández, el cual sobresale por una útil indagación de carácter histórico.
El escritor Alberto Marrero fue el galardonado con el premio de novela por Agua de paraíso, obra que, según Julio Travieso, presidente del jurado, destaca por poseer una trama seductora de inicio a fin y constituye una lúcida radiografía de la Cuba actual.
Por otro lado, El año que nieve, de Rubén Rodríguez, es el texto que se alzó con el lauro en la categoría de cuento “por estar muy bien escrito, y con un interesante tratamiento de los temas matizados por profundas descripciones”, al decir de Aida Bahr, jurado del certamen. Encuentros, desencuentros, amores, pérdidas y angustias cotidianas sobrevuelan cada una de sus páginas. A pesar de esto, mantiene un espíritu esperanzador y sencillo.
El premio Nicolás Guillén de poesía lo obtuvo Alberto Peraza Ceballos, por el libro Macerar, poemario en el cual, de acuerdo con la poetisa y ensayista Caridad Atencio, asistimos a la autoconfirmación de quien, desde una identidad distinta, perdió el paraíso de la casa de la infancia.
Este puede ser un buen momento para, casi 20 años después de instituidos estos galardones, acercarnos a lo mejor de nuestra literatura.
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