La Generación del Centenario, que asaltó los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes guiados por el máximo líder Fidel Castro el 26 de julio de 1953, influyó profundamente en los jóvenes combatientes que llevaron a cabo la acción militar contra la dictadura de Fulgencio Batista en el entonces cuartel Domingo Goicuría, en la provincia occidental de Matanzas.

Reynold García, quien había intentado por la vía política a través del Partido Revolucionario Cubano Auténtico incidir en transformar la situación socio-económica del país (basada en un sistema corrupto y con prevalencia de la desigualdad de clase y raza, más una notable dependencia del capital extranjero, fundamentalmente estadounidense), convencido que entonces no era posible liberar a la nación con esa fórmula política, comienza desde fines de 1955 a organizar junto a otros compañeros de diversas organizaciones la toma del cuartel Goicuría con el propósito de apoderarse de las armas, entregarlas al pueblo, y fomentar la lucha armada frente a la oprobiosa dictadura.

Luego de un minucioso estudio y planificación del lugar para ejecutar la acción, los jóvenes en clandestinidad, y bajo la dirección de Reynold, deciden la fecha del 29 de abril de 1956, día en que de manera decidida y corajuda estos patriotas de estirpe martiana asaltan el Goicuría en horas del mediodía del último domingo del mes. 

Eran aproximadamente medio centenar de combatientes, quienes confiaban en el factor sorpresa. El plan tenía algunas similitudes con el Moncada; preveían entonces que un camión irrumpiera a la base y de ahí los rebeldes fuesen al perímetro del cuartel como estaba convenido.

Sin embargo, el camión concebido quedó inutilizado por disparos de los casquitos batistianos, hecho que obstaculizó el avance de los demás combatientes, gestándose un fuerte enfrentamiento de alrededor unos 20 minutos, lo cual afectó la integridad del plan y el factor sorpresa.

La interacción de los disparos provocó confusión entre los jóvenes rebeldes que decidían replegarse mientras se sucedían los asesinatos de 15 de sus compañeros por parte de los batistianos atrincherados y reforzados.

Entre los patriotas caídos en la heroica acción ese día estuvo su líder, Reynold García, y también Mario Vázquez, Francisco Alonso, Carlos M. Álvarez, Jorge Armengol, Rolando Castillo, Nelson Hernández, Julio A. García, Marino Jaime, Gonzalo Quesada, César M. Rodríguez, Julián R. Rodríguez, Emilio Sabugüeiro, José Fosca, y Marcos Veira. Otros de los combatientes participantes en la epopeya fueron detenidos y luego torturados por esbirros del régimen.

Aunque el objetivo de esa batalla no se logró, la acción resultó un suceso trascendental de la historia de Cuba que produjo en el pueblo un impacto importante, por cuanto demostró la inquebrantable decisión de los revolucionarios con el Movimiento 26 de Julio como símbolo del rumbo a seguir para conquistar la plena independencia.

Los mártires del Goicuría fueron dignificados con el triunfo de la Revolución en 1959; su heroísmo fue ejemplo para los continuadores de la gesta emancipadora en la Sierra y en los llanos cubanos. Y hoy su pueblo los honra y agradece su entrega infinita a la causa de la soberanía de la Patria.

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