Transcurría el año 1957 y luego de los sucesos del 13 de marzo con el asalto al Palacio Presidencial frente al régimen sanguinario de Fulgencio Batista se redobló la represión y persecución contra los jóvenes universitarios que no aceptaban los desmanes y abusos de la dictadura en el poder.

Foto: Tomada de Redes Sociales

En ese contexto, integrantes del Directorio Revolucionario partícipes de la lucha contra las huestes batistianas, y que se encontraban refugiados en un apartamento, el 201, de la calle Humboldt 7, en la capital habanera, fueron delatados por un antiguo integrante del grupo, Marcos Rodríguez, quien cobardemente informó al entonces capitán de la policía y reconocido por sus métodos criminales, Esteban Ventura Novo. Ante la delación, los también denominados casquitos de los órganos represivos batistianos, de manera sorpresiva rodearon e irrumpieron en el edificio, donde se alojaban los revolucionarios José Machado Rodríguez, Juan Pedro Carbó Serviá, Fructuoso Rodríguez y Joe Westbrook Rosales, y sin posibilidad alguna, de manera salvaje fueron asesinados.

Y a pesar que Joe logró trasladarse al piso inferior y entrar en casa de una vecina para pasar inadvertido como un visitante de la misma, fue identificado y asesinado, y sus compañeros trataron también de salir del edificio, pero fueron vilmente ultimados.

Este infame suceso aconteció el 20 de abril de 1957 y estremeció al pueblo de Cuba, vecinos de la zona impactados gritaban ante el horror acallados por ráfagas de ametralladoras y amenazas por parte de los asesinos.

Luego del triunfo de la Revolución en Enero del 59, el delator fue juzgado en tribunal revolucionario; su traición había costado la vida de cuatro valerosos jóvenes cubanos. Sin embargo, el connotado asesino Esteban Ventura huyó a Republica Dominicana y de ahí a Estados Unidos, que lo cobijó, a pesar de su largo historial de crímenes de lesa humanidad, hasta morir en el 2001.

Pero el pueblo cubano no olvida y honra a sus mártires; ellos ofrendaron sus vidas por la causa de la libertad frente a un oprobioso régimen que enlutó a miles de familias de esta noble tierra. Por siempre estarán en la memoria y accionar de sus compatriotas que batallan día a día por construir un mundo más justo y solidario.

¡Gloria eterna para Machadito, Carbó Serviá, ¡Fructuoso y Joe, hijos de la Patria!

Ver además:

Persiste tributo a los mártires de Humboldt 7