La obra del apóstol y Héroe Nacional de Cuba José Martí es imperecedera al legar a pasadas, presentes y futuras generaciones un acervo literario, cultural y profundamente patriótico, ilimitado.
Con solo 15 años, Martí publicó el 23 de enero de 1869 en el único número del periódico “La Patria Libre” que escribió y luego imprimió en librería “El Iris” ubicada entonces, en el siglo XIX, en Obispo 20 y 22, en La Habana, su extraordinario drama “Abdala”.
Al comienzo del drama publicado se explica cómo un senador comenta al joven Abdala (el cual creó en su obra siendo apenas adolescente), que un conquistador amenaza con ocupar el territorio de Nubia, pequeño país del continente africano invadido por los árabes. Y ahí trasmite la emotividad y determinación firme del joven al valorar como trascendente el hecho de que este fuese a combatir en defensa de su tierra natal. Ya desde entonces sus inquietudes y necesidad de tributar a la soberanía de su país se evidenciaban en el mozo, José Martí.
El poema Abdala es símbolo de la intrepidez y firmeza de Martí manifestada desde muy joven en su quehacer cotidiano e intelectual, hasta su decisión de incorporarse a la gesta emancipadora frente a los invasores de su Patria.
El también Maestro fue consecuente con sus ideas de libertad y justicia y ello no solo lo trasmitió en sus escritos periodísticos, sino además en sus declaraciones en actividades políticas, discursos y epistolario, durante su corta, pero muy fecunda trayectoria. Y como el drama en verso “Abdala” dedicó su vida a la defensa de su pueblo.
Su intenso accionar en la organización y creación del Partido Revolucionario Cubano en 1892 para llevar a cabo la Guerra Necesaria contra el colonialismo español, hasta su muerte en combate, en Dos Ríos, el 19 de mayo de 1895, muestran su determinación de luchar, así como su pensamiento liberador y amor a la Patria el cual también refleja en el hermoso y emotivo poema que es, como Martí, parte inseparable de la historia de Cuba, y dice:
“El amor, madre, a la patria
No es el amor ridículo a la tierra,
Ni a la yerba que pisan nuestras plantas;
Es el odio invencible a quien la oprime,
Es el rencor eterno a quien la ataca;
Y tal amor despierta en nuestro pecho
El mundo de recuerdos que nos llama
A la vida otra vez, cuando la sangre,
Herida brota con angustia el alma;
¡La imagen del amor que nos consuela
Y las memorias plácidas que guarda!”
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Cual es la importancia de las obras adalas de nuestro apóstol nacional José Martí