Hay hombres que nacen con luz propia, y siempre prestos a servir a la causa de la libertad y la justicia, noble propósito que abrazó el revolucionario Juan Manuel Márquez, quien desde muy temprana edad estuvo inmerso en actividades a favor de la plena independencia de la Patria.

En la zona de Santa Fe, terruño que lo vio nacer el 3 de julio de 1915 tuvo sus primeras manifestaciones de rechazo al régimen de Gerardo Machado que entonces ultrajaba al pueblo de Cuba.

Su etapa de infancia y adolescencia se complementó también entre varios centros escolares; en Punta Brava, Instituto de La Habana y Marianao, concluyendo en este último, el bachillerato. Su desarrollo político ulterior estuvo marcado además por las ideas de su madre, maestra pública que le inculcó importantes conocimientos sobre el contexto histórico y social del país lo cual contribuyó en gran medida a su formación, y avanzado pensamiento.

Marianao conoció de su accionar anti machadista. Estuvo en la organización del Sector Radical Estudiantil que fue erigido para luchar contra la dictadura lo cual le hizo acreedor de ser el preso político más joven del Presidio de Isla de Pinos, en abril de 1932.

Luego de la caída de Machado, continuó en sus actividades políticas y fue radicalizando su ideología ante la continuidad de gobiernos serviles de la época, siendo detenido nuevamente en mayo de 1936 y posteriormente liberado con una Ley de Amnistía impulsada estratégicamente por el gobierno ante el empuje de organizaciones populares.

Sin embargo, a pesar de sus captores, no ceja en su empeño de luchar por la plena independencia de la nación. Se suma al Movimiento de Recuperación Democrática y llegó a ser por su prestigio ante sus compatriotas, electo Concejal del Municipio de Marianao en 1944 y reelegido en 1946, y así mismo al otro año participa en la constitución del Partido Ortodoxo, Partido del Pueblo Cubano, alcanzando la Presidencia de la Asamblea Municipal de Marianao y la responsabilidad de Delegado ante el Ejecutivo Nacional.

Al efectuarse el Golpe de Estado de Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952, Márquez lo encara también, y su enfrentamiento hacia el nuevo dictador hace que en varias ocasiones sea objeto de persecución por el Buró de Investigaciones de la administración batistiana hasta ser golpeado por casquitos de la policía y tener que ser recluido en la Clínica Santa Emilia. Aquí es visitado por Fidel Castro, líder del Movimiento Revolucionario, y ambos concretan una posterior entrevista para concertar sus planes emancipadores del régimen.

Juan Manuel es precisado a salir de la Isla durante el verano de 1955 y entonces realiza una labor incansable en la fundación de los Clubes 26 de Julio en ciudades de México y los Estados Unidos recaudando fondos para el Movimiento. Continúa su accionar patriótico arengando a través de discursos y encuentros con colegas cubanos y amigos foráneos ante la necesidad de aunar recursos para la causa de la Patria, para lo cual se traslada a diferentes territorios del Norte.

Comparte albergue con Fidel, Félix Elmuza y otros compañeros los cuales están convocando a la recaudación de fondos para adquirir armas y organizar la expedición encaminada a salvar a Cuba. Se mueven entre México, Miami, Cayo Hueso, Nueva York y otras ciudades con ese fin.

Incorporado al Movimiento 26 de Julio y a los planes de los combatientes liderados por Fidel, Juan Manuel será el segundo al mando de la expedición del Granma, el Lugarteniente del Comandante en Jefe. Y luego de las complejidades de la travesía desembarcan en Las Coloradas, en el oriente cubano.

Participa en el combate de Alegría de Pío y trata de cubrir la retirada de Fidel hacia la intrincada Sierra, y queda sin balas. Deambula entre matorrales en mal estado físico, pero sin renunciar al combate hasta caer en manos del enemigo, siendo prisionero y luego asesinado el 15 de diciembre de 1956.

La pérdida de Juan Manuel Márquez impactó a Fidel y a sus compañeros; era reconocido por su nobleza, prestigio y firmeza revolucionaria. Su pueblo cada año rinde honores a su memoria, fue ejemplo de lealtad a la causa de la independencia de la Patria y al Comandante en Jefe.

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