Luego de los sucesos del asalto al cuartel Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en Santiago de Cuba y Bayamo, respectivamente, el régimen batistiano inicia una feroz represión que privó de la vida a un grupo de jóvenes combatientes al ser torturados y asesinados de manera salvaje por esbirros del dictador.

Mientras, el máximo líder Fidel Castro y alrededor de una decena de compañeros que le acompañaron en la acción fueron posteriormente apresados y conducidos a la cárcel.

Ante la imposibilidad de eliminarlos físicamente, y hacerse público su detención, (a pesar de las maniobras de los sicarios por silenciarlos) fueron juzgados y enviados al Reclusorio Nacional de Isla de Pinos. Sin embargo, el extraordinario alegato de autodefensa expuesto por Fidel ante sus acusadores en el juicio y conocido como “ La Historia Me Absolverá”, logró notable trascendencia y generó un amplio movimiento popular de respaldo.

El documento fue reproducido en cientos de ejemplares y circuló entre los revolucionarios y la población. En su contenido se reflejaba la precaria situación social y económica del pueblo con la brutal explotación a la que era sometida la familia cubana, alcanzando entonces el texto, importante repercusión.

La presión popular demandando la liberación de los moncadistas crecía en la medida que pasaba el tiempo, y luego de 22 meses de cautiverio y gloriosa resistencia en el denominado “Presidio Modelo”, el 15 de mayo de 1955 fueron excarcelados los 29 combatientes, con su líder al frente, el joven abogado, Fidel Castro Ruz.
Batista que tenía próximo las elecciones y quería mostrar cierta legalidad que su gobierno no tenía, concibió una amnistía excluyendo a Fidel y sus compañeros lo cual provocó una gran movilización popular a favor de los moncadistas. Y ante las intenciones del dictador, Fidel expresó que no aceptarían la libertad a cambio de concesiones, y señaló; “Después de veinte meses nos sentimos firmes y enteros como el primer día. No queremos amnistía al precio de la deshonra”.

Y ante el reclamo del pueblo, el régimen fue precisado a liberar a los combatientes, sin condiciones. Fidel aprovecha la oportunidad para ofrecer una entrevista a los medios de comunicación presentes entonces en el antiguo hotel Isla de Pinos y hacerles entrega del “Manifiesto al Pueblo de Cuba” donde expresó: “Nuestra libertad no será de fiesta o descanso, sino de lucha y deber, de batallar sin tregua desde el primer día, de quehacer ardoroso por una patria sin despotismo, ni miseria, cuyo mejor destino nada ni nadie podrá cambiar".

Los revolucionarios junto a familiares y amigos logran abordar la embarcación El Pinero en los muelles de Nueva Gerona, donde una avalancha de compatriotas les despide y de manera emotiva, con alegría por la libertad conquistada por el accionar del pueblo, pero con tristeza también por los que han muerto, inician la travesía interpretando las hermosas notas del Himno Nacional.

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