Una de las figuras más representativa de las corrientes más avanzadas de la intelectualidad cubana de fines del siglo XIX e inicios del XX en la Isla fue el también comunista, Carlos Baliño, quien se caracterizó por su admiración hacia la Revolución Rusa del año 1905, y su vinculación con la creación del Partido Obrero Socialista en Cuba.

Baliño nació en Guanajay el 13 de febrero de 1848 y muy joven mantuvo inquietudes políticas por la situación colonial que durante su juventud atravesaba el país. En 1892 sus ideas se manifestaron al participar junto al Apóstol José Martí en la fundación del Partido Revolucionario Cubano (P.R.C.), luego de haber vivido como emigrado en Estados Unidos, y conocer al Maestro, con quien estrechó relaciones de amistad e ideológicas.

En la década de los años 20 de la anterior centuria se identificó también con los principios del patriota y líder estudiantil Julio Antonio Mella, con quien realizó acciones significativas para la época, formando Agrupaciones Comunistas en 1923. 

Y como colofón de la profundidad de su pensamiento político contribuyó a la fundación del Primer Partido Marxista leninista, en agosto de 1925, lo cual desencadenó una feroz persecución y represión por parte del gobierno de turno protagonizado por Gerardo Machado.

Durante esa etapa sufrió las contradicciones y desigualdades socioeconómicas imperantes en la sociedad y los vejámenes del régimen.

Baliño falleció enfermo el 18 de junio de 1926, a la edad de 78 años, luego de años de duro bregar en la lucha por la justicia social y soberanía de la Patria.

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