Hombre de pueblo, alegre, carismático y profundamente martiano y fidelista fue el Comandante de la Revolución, Camilo Cienfuegos Gorriarán, quien nació el 6 de febrero de 1932 en la localidad de Lawton, La Habana.
Sus orígenes fueron en el seno de una familia humilde y digna, la cual inculcó a sus hijos los nobles ideales de justicia, lealtad y patriotismo.
La historia de Cuba cuenta entre sus gloriosas páginas con el quehacer revolucionario del también Héroe de Yaguajay, como le denominaron compañeros de lucha por su hazaña como combatiente y guía en esa importante batalla, encomendada por el máximo líder Fidel Castro, y como parte de la misión de extender la gesta emancipadora hacia el occidente.
En Yaguajay, Camilo se destacó por su coraje y certera dirección, y contribuyó junto al Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara destinado a la región de Santa Clara, a la decisiva derrota del dictador que vió cómo era inevitable el avance de las tropas rebeldes.
Los nuevos mambises avanzaban desde lo más intrincado de la Sierra Maestra hacia el centro del país, y desplegaban fuerzas hacia el occidente, rumbo a La Habana, logrando desarticular las huestes batistianas.
El Señor de la Vanguardia tuvo también una importante misión con la toma del Campamento de Columbia en la capital y el Che en La Cabaña, garantizando la rendición del enemigo en sus propias fortalezas. Ello viabilizó la llegada de Fidel y las restantes tropas rebeldes el día 8 de enero de 1959, luego del triunfo arrollador frente al dictador Fulgencio Batista.

Camilo fue el hombre de plena confianza de Fidel, y demostró su lealtad al líder hasta sus últimas consecuencias.
Murió el 28 de octubre del propio año de la victoria, cuando de regreso a La Habana la avioneta que lo trasladaba desde Camagüey desapareció, luego de sofocar un complot contrarrevolucionario gestado en esa localidad.
Y a pesar de la intensa búsqueda durante días, no fueron encontrados sus restos; millones de cubanos lloraron la pérdida de este gigante de la Patria, y la Revolución perdió a uno de sus más queridos y valientes hijos.
Pero Camilo sigue vivo en la memoria de su pueblo que lo recuerda como el hombre jovial, el de las Mil Anécdotas, el del sombrero Alón, Héroe de Yaguajay, y de Cuba.
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