La década de los años 20 de la pasada centuria trajo consigo un importante despertar de la conciencia nacional en la Isla. Patriotas de la talla de Rubén Martínez Villena se destacaron por su accionar revolucionario y enfrentamiento a los desmanes de los gobiernos de turno de la época.
Villena, quien nació en Alquízar el 20 de diciembre de 1899, siendo muy pequeño fue trasladado con su familia a la capital, donde cursó estudios de bachiller hasta graduarse en la Universidad de La Habana de doctor en Derecho Civil y Público.
Se vincula tempranamente a grupos de jóvenes con ideas antimperialistas, dedicando su corta, pero fecunda vida, a trabajar sin descanso por la reivindicación de la Patria ante el auge de corrupción orquestado por oligarcas que expoliaban los intereses del pueblo.
En su desarrollo intelectual y antimperialista tuvo influencias de personalidades como el doctor Fernando Ortiz, quien le legó importantes conocimientos sobre historia.
Asimismo, estuvo muy identificado con las ideas de Julio Antonio Mella y enfrentó decidido al dictador Gerardo Machado, al cual denominó “Asno con Garras”, ante el injusto encarcelamiento de Mella y la huelga de hambre que puso en peligro su vida.
Estuvo estrechamente relacionado con el movimiento obrero y estudiantil en esos años de duro bregar; participó en la fundación de la Universidad Popular José Martí. Resultó ser un símbolo del periodismo; sus artículos, poemas, y trabajos literarios trascendieron el siglo XX.
Realizó varias publicaciones como escritor y editor, entre ellas, la revista Venezuela Libre o Cueva Roja, como se les conoce, también América Libre, y a la vez publicó diferentes trabajos en reconocidos órganos de prensa de índole progresista.
Un hecho que marcó su firme condena al entonces gobierno de Alfredo Zayas fue la Protesta de los 13, desde donde denunció los vicios y la corrupción presentes en esa administración, los cuales tuvieron repercusión con la compra del Convento de Santa Clara.
Ese gesto de patriotismo frente a la inmoralidad del régimen lo llevó a que fuese acusado de injurias y encarcelado por ello. En ese contexto escribió el poema Mensaje Lírico Civil, que dedicó al peruano Jaime Vidaurre, y donde como protagonista destaca la conciencia y profundidad alcanzada con sus ideas revolucionarias y humanistas.
Mantiene vínculos con varias organizaciones obreras a las cuales asesoró legalmente. Funda también la CNOC y el Primer Partido Marxista Leninista, en 1925, y se identifica cada vez más con el ideario de Mella. Luego del asesinato de este líder de la juventud, organizó el 20 de marzo de 1930 la primera huelga política de la historia.
Para entonces ya estaba muy enfermo y aun así encabeza esa acción contra el dictador y continuó batallando contra los desmanes de la burguesía y enriqueciendo su pensamiento político, antimperialista, y por la justicia.
En junio de 1927 ingresa en la denominada Quinta Dependiente, y a pesar de su delicado estado de salud no deja de emprender acciones contra el gobierno.
Fue electo miembro del Comité Central del Partido Comunista en 1928. Viajó a la URSS siendo acosado por Machado, allí recibió también tratamiento médico y siguió trabajando en la Sección Latinoamericana de la Komintern, hasta que su estado de salud fue agravado.
Y con su estado físico muy deteriorado por la tuberculosis que le aquejaba, dirigió la Huelga General Revolucionaria que eliminó la dictadura de Machado el 12 de agosto de 1933.
Unos meses después, en diciembre, es ingresado en el sanatorio “La Esperanza”, donde lo atiende su también amigo Gustavo Aldereguía. Y desde allí planifica el Congreso de Unidad Sindical, que resultó ser el IV Congreso de la CNOC.
El 16 de enero de 1934 falleció este gigante de la Patria. El movimiento obrero y comunista perdía a uno de sus más valientes y comprometidos hijos. Pero su obra, y el legado de patriotismo y antimperialismo que representó Villena está presente en cada generación de cubanos que mantiene en alto las banderas de la independencia, el humanismo y la justicia que él defendió hasta su muerte.
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Machado asesinó a Mella por temor a su talento y liderazgo político