El Primero de Enero de 1959 sí entraron los libertadores del Ejército Rebelde a la Ciudad Heroica de Santiago de Cuba. Esta vez Washington no pudo quebrantar la entonces victoria definitiva del pueblo sobre las huestes batistianas.

A diferencia de lo acontecido con el Ejército Libertador luego de la gesta del 95, (cuando tropas norteamericanas intervinieron en la contienda frente a los colonialistas españoles gestando la Guerra Hispano Cubano-Norteamericana e impidiendo la entrada triunfal de los mambises en Santiago de Cuba), la victoria de la Revolución sí constituyó la plena independencia del país, al dejar de tener amo y dependencia política, económica y social de Estados Unidos, gobierno que siempre la consideró su traspatio.

El máximo líder Fidel Castro al dirigirse al pueblo ese día de la victoria, y desde el balcón del Ayuntamiento en Santiago, expresó: “Esta vez, por fortuna para Cuba, la Revolución llegará de verdad a su término; no será como en el 95, que vinieron los americanos y se hicieron dueños de esto, […] intervinieron a última hora y después ni siquiera dejaron entrar a Calixto García, que había peleado durante 30 años, no lo dejaron entrar en Santiago de Cuba; no será como en el 33, que cuando el pueblo empezó a creer que la Revolución se estaba haciendo vino el señor Batista, traicionó la Revolución, se apoderó del poder e instauró una dictadura feroz aquí; no será como en el 44, año en que las multitudes se enardecieron creyendo que al fin el pueblo había llegado al poder. ¡Y los que llegaron al poder fueron los ladrones! ¡Ni ladrones, ni traidores, ni intervencionistas, esta vez sí que es una Revolución!”.

Por indicaciones del Comandante en Jefe las columnas rebeldes, bajo la dirección de Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara, luego de rendir los cuarteles de Yaguajay y Santa Clara, respectivamente, avanzaron hacia La Habana a tomar el Campamento de Columbia y la Fortaleza de La Cabaña, enclaves militares del régimen batistiano los cuales el 2 de enero estaban ya en poder de los revolucionarios.

La alborada de Enero trajo consigo cambios radicales en las estructuras socioeconómicas de la nación caribeña. Se impulsaron entonces legislaciones a favor de las grandes mayorías antes expoliadas, se dictaminó la Ley de Reforma Agraria que posibilitó la entrega de tierras a los campesinos, la Ley de Reforma Urbana que brindó propiedades a los ciudadanos que durante décadas pagaron altos alquileres de viviendas, se erradicó el latifundio y fueron nacionalizadas compañías foráneas que extraían los recursos naturales y obtenían grandes dividendos en detrimento de la población cubana.

De igual forma, el naciente proceso revolucionario instrumentó medidas para eliminar el analfabetismo, el desigual y lucrativo servicio de Salud, así como ofreció posibilidades de estudios para todos los compatriotas por igual, sin costo alguno.

Ver además:

Monumento al Che e internacionalistas cubanos y latinoamericanos que junto a él lucharon