Las acciones terroristas contra Cuba tienen origen en la década de los años 60 del pasado siglo, y desde entonces han contado con el beneplácito de varias administraciones de los Estados Unidos las cuales además de apoyar a grupúsculos contrarrevolucionarios que tradicionalmente han operado en el sur de la Florida, otorgan también financiamientos para campañas subversivas y desestabilizadoras.
Desde Norteamérica sustentan el perenne asedio contra este pueblo a través del criminal bloqueo económico, comercial y financiero más largo que haya conocido el mundo civilizado y cual clasifica como genocida por pretender matar de hambre y enfermedades a unos once millones de ciudadanos, al obstaculizar la adquisición alimentos y medicinas, entre otras necesidades básicas para la población.
Washington conoce el modus operandi de organizaciones terroristas allí radicadas las cuales actúan contra la Isla, aportan contribuciones y seleccionan lugares de entenamiento a grupos extremistas que fomentan intervenciones, subversión, sabotajes y otras manifestaciones delictivas contra la Revolución.
Uno de los ejemplos más significativos de esa inhumana y agresiva política que carcome la proclamada lucha contra el terrorismo proclamada por la Casa Blanca fue sin dudas el monstruoso crimen de la voladura de la aernonave de Cubana de Aviación C- 455 en aguas de Barbados, el 6 de octubre de 1976, sabotaje en el cual perecieron 73 personas, entre éstas, el equipo juvenil de esgrima que regresaba victorioso a la Patria procedente de Venezuela, enarbolando sus medallas de oro.
Los explosivos fueron colocados por mercenarios de origen venezolano, Freddy Lugo y Hernán Ricardo que también eran sicarios al servicio de la mafia cubano-americana, pero los autores intelectuales, principales organizadores de la barbarie, (Luís Posada Carriles y Orlando Bosch, connotados y confesos terroristas al servicio de la CIA, ya fallecidos,) fueron cobijados en EE.UU, y nunca cumplieron las condenas por el hecho de lesa humanidad que enlutó a decenas de familias. Privaron de la vida a jóvenes con un futuro prometedor, a una tripulación con experiencia que cumplía con sus deberes profesionales, y a otros extranjeros que entonces viajaban en el destino del vuelo.
El abominable crimen impactó a todo un pueblo que lloró a sus compatriotas, millones de personas mostraron su indignación ante tal atrocidad y se dieron cita en la Plaza de la Revolución José Martí, en La Habana, para junto al máximo líder Fidel Castro protagonizar la emotiva despedida a estos hijos de la Patria. Palabras con profundo dolor, pero a la vez que enérgicas, pronunció el Comandante en Jefe, denunciando ante la comunidad internacional a los asesinos, y a quienes con sus campañas de odio visceral contra la nación caribeña promueven el terrorismo.

Y ante esa avalancha de pueblo allí presente en la histórica Plaza, Fidel expresó; “Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injustica tiembla”.
Cada 6 de octubre se conmemora el Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado en tributo a los caídos por este flagelo que representa el mayor quebranto de los derechos humanos. Y en estas más de seis décadas, suman miles los cubanos que han muerto o quedado incapacitados por acciones terroristas fundamentalmente planificadas desde los Estados Unidos de América.
¡No al Terrorismo!


Otras informaciones: