En la noche del 28 de septiembre de 1960 alrededor de un millón de ciudadanos se dieron cita en el otrora Palacio Presidenial, hoy Museo de la Revolución, para acompañar al máximo líder Fidel Castro, entonces Primer Ministro, que intervenía con un emotivo y trascendente discurso ante el pueblo allí reunido.
Eran días difíciles, el enemigo se aprestaba a destruir el naciente proceso revolucionario (de apenas un año), y para ello se apoyaba en factores externos que consideraban un peligro a sus intereses económicos-financieros y lucrativos negocios, el proyecto emancipador que avanzaba en la Isla. Mientras Fidel ese 28 hablaba en Palacio, se escucharon detonaciones que tenían el propósito de aminalar a los presentes, varias explosiones en diversos puntos de la zona, a lo que la multitud enardecida ante la provocación de saboteadores y elementos contrarrevolucionarios al servicio de agencias de Washington, respondió con; ¡Viva la Revolución!, al tiempo que entonaron las notas del Himno Nacional, como símbolo de defensa de la Patria.
El Comandante en Jefe ante las bravuconerias de sicarios batistianos y de aquellos que realizaban acciones
terroristas actuando como quinta columna para potenciar una invasión al país, respondió: "Vamos a establecer un sistema de vigilancia revolucionaria colectiva...”. “Están jugando con el pueblo y no saben todavía quién es el pueblo; están jugando con el pueblo y no saben la tremenda fuerza revolucionaria que hay en el pueblo".
Ese mismo día nacieron los Comités de Defensa de la Revolución como célula y fortaleza de la comunidad. Y entre su principal objetivo estuvo la vigilancia revolucionaria, a lo cual se sumaron otras importantes tareas como velar por la educación de las nuevas generaciones, el trabajo voluntario, las misiones sanitarias como vacunaciones, donaciones de sangre, recogida de materia prima, fomento de la unidad del barrio con la colaboración entre vecinos, además de otras actividades patrióticas y organizativas gestadas en las cuadras.
Igualmente promovieron trabajos de limpieza y embellecimiento, en algunos lugares siembra de árboles,
áreas de autoconsumo, huertos populares con plantas medicinales y acciones en organopónicos que contribuyen con productos alimenticios para las familias e instituciones sociales en las zonas donde están enclavados.
Los CDR pasaron a ser también, además de una organización de masas, un ente movilizador del pueblo en defensa de las conquistas socio-económicas de la Revolución y un frente de solidaridad humana ante la ocurrencia de desastres naturales, accidentes u otros fenómenos que dañan a la población.
Es una organización que surgió además, con carácter combativo ante actos delictivos que empañen o intenten destruir los logros alcanzados en estas décadas de arduo bregar por parte de los cubanos. Y es una pujante fuerza frente a una de las ignominias más grandes de la historia en este hemisferio; el criminal bloqueo económico, financiero y comercial a lo cual se suman las agresiones contra la Mayor de las Antillas erigidas desde Norteamérica, particularmente desde el sur de los Estados Unidos.
La membresía de los CDR es de millones de personas, jóvenes mayores de 14 años, mujeres, hombres, ancianos, resulta un pueblo organizado para responder a las tareas encomendadas a favor del bienestar de los ciudadanos en los territorios. Están presentes en áreas rurales y urbanas; campos y ciudades a lo largo y ancho del archipiélago cubano, y es una organización no gubernamental que se autofinancia mediante la cotización de sus integrantes, y sus dirigentes son propuestos y elegidos democráticamente, similar a los
delegados del Poder Popular, pero a nivel de cada cuadra.
Los Comités han logrado el vínculo familia-comunidad con importantes misiones en las comisiones sociales, y han trabajado por la igualdad de género y la no violencia en conjunto con la Federación de Mujeres Cubanas y también con los órganos de prevención y protección a los niños y jóvenes.
Han tenido además un rol destacado en la lucha antivectorial contra el flagelo del mosquito Aedes Aegypti
y otras enfermedades oportunistas y pandemias que han acontecido.
También participan en el Sistema de Defensa Civil ante ciclones y huracanes que han azotado a la nación caribeña, trabajando en los procesos de evacuación y apoyo requeridos.
Durante la conmemoración del VI aniversario de los CDR, el 28 de septiembre de 1966, Fidel señaló: “El pueblo, el Partido tiene en ustedes una gran confianza, porque desde que se creó esta organización, no hay una sola vez que no hayan respondido con entusiasmo, no hay una sola vez que no hayan dicho presente, no hay una sola vez que no hayan cumplido las tareas asignadas”.
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