Los jóvenes cubanos han escrito páginas gloriosas a lo largo de la historia en la lucha por la emancipación, muchos son los ejemplos de heroicidad en varias generaciones.

Transcurría el año 1957 y cada día la represión era más férrea por parte de la tiranía en el poder la cual imponía el terror a lo largo y ancho del territorio aplicando métodos de tortura, asesinatos y extrema violencia contra la población, (particularmente contra la juventud) que desde la clandestinidad luchaban contra la ignominia instrumentada por el entonces dictador Fulgencio Batista.

El 30 de junio de 1957 fue un día de luto para el pueblo santiaguero y todo el país; fueron asesinados en desigual combate, Josué País, (con 19 años), Salvador Pascual y Floromiro Vistel Somadevilla, (ambos de 23 años), tres aguerridos hijos de la ciudad de Santiago de Cuba, decididos a vencer o morir por la Patria.

Estos revolucionarios, en horas de la tarde de ese día, fueron interceptados por militares batistianos en el cruce del Paseo Martí y Calzada Crombet, sitio donde son ultimados por los sicarios del régimen, y Josué capturado gravemente herido es rematado, muriendo tempranamente estos valiosos jóvenes que ofrendaron sus vidas por la libertad.

Josué era el hermano menor de Frank, Jefe de Acción y Sabotaje y miembro de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio, representó un duro golpe para el destacado líder, para las familias de las víctimas, y también conmocionó a la población y los compañeros de la guerrilla de la Sierra Maestra.

Al conocer la noticia los integrantes del Ejército Rebelde liderados por el Comandante en Jefe Fidel Castro, y a nombre del Estado Mayor firman una carta de pésame a Frank (David, su nombre de guerra), en la que expresan el pesar de los combatientes ante el triste suceso con la siguiente misiva:

“Querido hermano …Si el destino nos lo permite, juntos iremos un día a su tumba para decirle a él y a toda esa legión de Niños Héroes, que hemos cumplido con la primera parte de esta lucha y que con la misma entereza y espíritu de sacrificio nos disponemos a culminar la obra de nuestra generación, teniéndolos a ellos como fiscales supremos de nuestros actos futuros...”

Josué, Salvador y Floromiro engrosan la larga lista de héroes y mártires de esta tierra de gigantes. Ellos contribuyeron a erigir el camino hacia la plena independencia de la Patria, y viven eternamente en el corazón de su pueblo.

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