Luego de 30 años de incesante investigación y búsqueda para localizar los restos del Comandante y Guerrillero Heroico Ernesto Guevara de la Serna y sus compañeros caídos en la lucha por la liberación en Bolivia, el 28 de junio de 1997 son encontrados los del Che, y seis de los miembros de su guerrilla.

El hallazgo tuvo amplia repercusión, no solo en Cuba, sino también en la región y el mundo, pues existían anteriores declaraciones oficiales que desorientaron al reflejar que el cadáver del líder revolucionario había sido incinerado y sus cenizas lanzadas desde un avión encima de la selva boliviana.

Foto: Cubadebate

Sin embargo, las indagaciones de expertos apuntaban a continuar, no cejar en la investigación. El 21 de noviembre de 1995 el general del ejército boliviano retirado Mario Vargas Salinas expresó a medios de comunicación que Guevara había sido sepultado bajo la pista de aterrizaje del antiguo aeropuerto de “Valle Grande”, declaración que ante la opinión pública tuvo resonancia y contribuyó a que el entonces dignatario de ese país Gonzalo Sánchez de Lozada autorizara de manera oficial, la exploración y búsqueda de los combatientes.

Días después, el 1ro de diciembre de 1995 llegó al lugar un equipo de antropología forense compuesto por profesionales argentinos y cubanos, y también técnicos italianos y geofísicos cubanos. El doctor Jorge González quien fungía como director del Instituto de Medicina Legal de Cuba y designado representante de los familiares de los guerrilleros encabezó la misión con un grupo de expertos de la Isla.

La última etapa de la búsqueda comenzó el 21 de mayo, y teniendo en cuenta la recopilación de informaciones anteriores, versiones nuevas como las del tractorista que había cavado la fosa donde fue enterrado el Che y otros elementos que aportaron más pistas, se comenzó a trabajar en ese perímetro hasta lograr palpar osamentas. Y son encontrados el sábado 28 de junio de 1997 los primeros huesos que resultaron ser del boliviano Aniceto Reinaga, y determinándose entonces la presencia de otros seis en el área.

Entonces llamó la atención los restos cubiertos con una chaqueta verde olivo lo cual aproximaba la idea de que fuesen del Che, comprobándose además la falta de las manos y el hallazgo de una bolsita con la picadura de la cachimba en el bosillo, además de residuos del yeso de la mascarilla mortuoria realizada al Che por sus asesinos los cuales aún después de muerto le temían.

Esas osamentas fueron exhumadas el día 5 de julio y llevadas a identificar el 8 cuando son trasladadas a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, y es en la morgue del Hospital Japonés donde se realizaron los exámenes finales mediante equipos computarizados empleados con ese fin.

El doctor Jorge González en posteriores entrevistas realizadas ha comentado sobre los días de tensión vividos, particularmente luego del hallazgo por preservar las osamentas del Che y sus compañeros, hasta su traslado a la Patria.

El 11 de julio de 1997 se hizo pública la información al mundo y en ese momento se confirmó que los restos encontrados eran del comandante Ernesto “Che” Guevara, y los combatientes internacionalistas cubanos, René Martínez Tamayo (Arturo), Alberto Fernández Montes de Oca (Pacho) y Orlando Pantoja Tamayo (Antonio). Y de los guerrilleros bolivianos Simeón Cuba (Willy) y Aniceto Reynaga (Aniceto), y el combatiente peruano Juan Pablo Chang (El Chino).

El 12 de julio, el doctor González  regresó a Cuba con los restos del Che y sus compañeros de lucha. En la Isla, el Comandante Fidel Castro y sus familiares fueron a recibirlos, iniciándose a lo largo y ancho del territorio nacional el merecido tributo a estos grandes de América. Hoy descansan sus restos en el Memorial erigido en su memoria en la ciudad de Santa Clara, también cuna de la Revolución.

Y aquí cada día, en su tierra cubana, estudiantes, trabajadores, visitantes de otras latitudes y pueblo en general, acuden a rendirles homenaje a estos héroes de Cuba y Latinoamérica.

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