Resulta inevitable evocar esa mezcla de sentimientos que nos llega como una oleada de energía cada 28 de octubre, aniversario de la desaparición física del Comandante Camilo Cienfuegos  Gorriarán, sin detenernos en las imágenes de miles de compatriotas que marchan hasta los litorales para rendir merecido tributo al Señor de la Vanguardia.

Es un suceso extraordinario ver el mar y los ríos florecidos. Sin embargo, prefiero emplear las palabras de otro hombre inmenso para describir a Camilo. Me refiero al Comandante Ernesto Guevara de la Serna, el Che, quien expresara un 28 de octubre de 1964:

“Yo quería decirles pocas palabras y tratar de expresarles lo que creo que significa, Camilo. Es muy difícil, casi imposible diría. (…)

“Nuestra historia también está llena de esas desavenencias, está llena de esas luchas que a veces fueron muy violentas; está llena de desconocimiento de nosotros mismos; y, producto de ese desconocimiento: desconfianzas, formaciones de grupos, luchas entre grupos y, al mismo tiempo, la reacción trabajando dentro de ella. Allí es donde hay también un gran trabajo de Camilo que se desconoce. Y fue evidentemente un factor de unidad. (…)

“Ahora el enemigo se visualiza y todo el pueblo lo visualiza. En aquellos momentos era necesaria la presencia de los hombres que no tuvieran la más mínima ambición personal, la más mínima desconfianza, que fueran hombres enteramente puros y dedicados a la tarea revolucionaria exclusivamente, para poder realizar lo que casi podría llamarse el milagro de la unidad. Y a esa clase de hombres pertenecía Camilo. ¡Y los hay pocos!

“Esa es la significación que tiene Camilo para nosotros. Difícil de expresar, difícil de mostrar ante ustedes, porque definir en lo que vale un compañero, en lo que vale internamente para cada uno de los que tuvo alguna responsabilidad en la lucha revolucionaria y en el período de construcción, es algo muy difícil. Pero quería, simplemente, anotar ante ustedes, aunque fuera esa significación interna, privada, que tiene para mí, para muchos de nosotros, Camilo.

“Y la seguridad, expresarles la seguridad de que aquel ¿Voy bien? de Fidel, cuando le preguntara a Camilo, en la Ciudad Militar (actual Ciudad Escolar Libertad, ubicada en el municipio de Marianao) a los primeros días o el primer día de su llegada a La Habana, no significa la casualidad de una pregunta hecha, a un hombre que de casualidad estuviera a su lado, era la pregunta hecha a un hombre que merecía la total confianza de Fidel, en el cual sentía, quizás como en ninguno de nosotros, una confianza y una fe absoluta”.

Ver además:

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