Los que asesinaron al Che aquel fatídico 9 de octubre de 1967, (luego de haber sido capturado después de resultar herido e inhabilitada su arma de combate), creyeron que al matarlo enterrarían sus ideas al servicio de los más humildes y olvidados del mundo.

Sin embargo, desde las cenizas del también Guerrillero Heroico floreció con más fuerza y empuje su imagen y pensamiento revolucionario. Su obra literaria comprometida con las causas políticas y socio-económicas, incluyendo su histórico Diario de Campaña, han recorrido el Universo en disímiles idiomas.

Foto: Cubadebate

En la región latinoamericana y caribeña el Comandante Ernesto Che Guevara sigue constituyendo símbolo de lucha de los pueblos oprimidos que anhelan construir una sociedad más justa y humana.

Cuando muy joven con su entrañable amigo Alberto Granados viajó por el continente constató el alto nivel de desigualdades imperante, el sufrimiento del campesino y el obrero, así como también de todas aquellas personas carentes de recursos que padecían los flagelos del hambre, la miseria y las enfermedades. Ello coadyuvó a formar su temple y carácter e hizo que se identificara posteriormente con los propósitos y planes del líder Fidel Castro al conocerlo en México, y sin dilación sumarse a los preparativos de la expedición del Granma orientada a liberar a Cuba, entonces secuestrada por una de las dictaduras más sangrientas de la región, la de Fulgencio Batista.

Luego del triunfo del Primero de Enero de 1959 en la Mayor de las Antillas, el Che comprendió que aún quedaba mucho por salvar en Nuestra América donde millones de ciudadanos vivían por debajo del umbral de la pobreza, al tiempo que las oligarquías locales y compañías extranjeras atesoraban más del 80 por ciento de las riquezas. Y la población de las naciones del área era blanco de la explotación del hombre por el hombre, al no contar tampoco con oportunidades de alcanzar una vida digna y plena.

Guevara, a pesar de haber participado en la emancipación de la Isla y ostentar importantes responsabilidades en esta, no cesó en su empeño de liberar a otras tierras víctimas de la opresión de gobiernos burgueses muy distantes de las necesidades y demandas de sus ciudadanos. Y al mismo tiempo son administraciones serviles a otras potencias con actitudes coloniales como las que muestra Estados Unidos al considerar los territorios de Latinoamérica como su traspatio, e imponiendo además, la vergonzosa Doctrina Monroe para disponer incondicionalmente de los recursos de los países del hemisferio.
Ante la lamentable situación vivida en gran parte de las naciones hermanas del Sur, el Che decide acudir en el año 1965 al reclamo de libertad e independencia del pueblo boliviano, entonces uno de los más pobres, y expoliados de la región. 

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La guerrilla que dirigió en los altiplanos y las profundas montañas bolivianas contó con la participación de hijos de esa nación, pero también de otras latitudes y de Cuba. Entonces unidos solidariamente en un mismo ideal mantuvieron en jaque por alrededor de dos años al ejército local, muy implicado con Washington.

Una delación en la zona rural e inhóspita donde se movía la guerrilla con el Comandante Guevara posibilitó que este y algunos de sus cercanos colaboradores fuesen perseguidos y cercados en desigual combate con el enemigo. Luego de cruenta batalla e invalidada el arma y muy dañada su pierna, el Che es capturado y trasladado a la escuelita de “La Higuera”, lugar donde estuvo retenido por varias horas, hasta que fue vilmente asesinado por orden de la Agencia Central de Inteligencia, CIA, de los Estados Unidos, en coordinación y contubernio con el gobierno de Bolivia.

Pero en los llanos y montañas de la Patria Grande se agiganta su legado de; “Hasta la Victoria Siempre”. Y cada día crece el interés por conocer la obra inmortalizada de este héroe de América y del mundo el cual con apenas 39 años fue ultimado por el espanto que sus ideas de justicia y emancipación causan a los enemigos de los pueblos.