Comparto un mensaje que me envió hoy Jaime Morera Estévez, director de la empresa Taxis Cuba. En él narra un hecho, en el que más allá de la subjetividad en cualquier detalle abordado, lo ocurrido en sí, merece el mayor repudio, en tanto se puso en peligro la vida de los pasajeros y se deterioró un medio de transporte que tanto nos ha costado adquirir en las difíciles condiciones en que vivimos.
Hace pocos días empezaron a prestar servicios en la transportación pública de La Habana, 50 nuevos vehículos que todos tenemos que cuidar. Uno de ellos, es el que participó en este lamentable hecho.
"Ministro, sobre la 13:50 p.m. del día 25 de julio de 2025 el Microbús Foton con matrícula B 259845 con indicativo H 26- 043 de la ruta 48, con parada inicial en 26 y Puentes Grandes, se encontraba circulando en dirección al Hospital Frank País. En su destino cercano a la intersección de 51 y 160, un pasajero le pide que haga una parada para descender del vehículo, el conductor procede a incorporarse a la senda derecha, delante de una moto que se encontraba estacionada. En el momento de la maniobra el ciclomotor emprende la marcha y, según la conductora, el chofer le invade su senda, sin ocasionar ninguna colisión. Ella, de una forma descompuesta, le reclama al chofer del Micro Foton, quien le pide disculpas y continúa la marcha.
Al llegar a su cabecera, el Hospital Frank País, y comenzar a abordar los pasajeros, llega la conductora del ciclomotor en una forma descompuesta y lanza una piedra al parabrisas trasero, fracturándolo. Luego se da a la fuga. El chofer decide tratar de capturarla y es apoyado por dos oficiales del DTI, lograron detenerla y la trasladaron a la 7ma estación de la PNR en el municipio de La Lisa.
El chofer se encuentra en espera del peritaje del Micro Foton por parte de los compañeros de instrucción para proceder a realizar denuncia".
Una pedrada que rompe más que un parabrisas y demanda con urgencia diálogo y respeto. Este tipo de hechos no pueden normalizarse ni relativizarse. Llama a la reflexión colectiva sobre los límites de la convivencia social y, claro, los responsables tendrán el peso de la ley.
El incidente se produjo en una zona de tránsito habitual y, aunque no hubo heridos, genera alarma por el nivel de violencia implícito.
Este suceso pone en evidencia la necesidad de fomentar una cultura de respeto y diálogo que permita resolver los conflictos sin recurrir a la agresión y mucho menos cuando implica daño contra la vida de las personas y los bienes públicos; lo cual, como se ha explicado, en las circunstancias actuales es mucho más que una agresión. Hacemos un llamado a todos.
(Tomado del perfil de facebook de Eduardo Rodríguez Dávila)
Otras informaciones:
Dialogo, no puede haber. Lo que tiene que suceder es aplicar el máximo rigor según nuestras leyes y que incluya el costo del parabrisas y los días de no operación del vehículo hasta el momento de entrada en funcionamiento (si hay repuesto).
Mucha guapería (una mujer) para insultar y agredir al chofer pero después de la agresión sale huyendo cobardemente como una rata y no enfrenta las consecuencias de su acto vandálicos.
Dos años de cárcel y el pago completo de los daños materiales y psicológicos si no que le decomisan la casa. Los antisociales no pueden salir limpios de eso. Hay que castigarlos duro.