Llegamos a Sibanicú en busca de profundizar en una realidad que nos comentó un seguidor de la página, Andrés San Román: “… nadie respeta las tarifas y si, por ejemplo, el ómnibus o camión tiene origen en Camagüey y destino a Guáimaro o Las Tunas, si no pagas el pasaje completo no viajas, es lo tomas o lo dejas…".
En la publicación anterior comentamos sobre el inicio del diálogo en Sibanicú con el chofer y el cobrador de un camión, cuyas tarifas colocadas en la pegatina del vehículo no se correspondían con lo que realmente estaban cobrando. Prosigue la descripción del diálogo.
El chofer explicó que todos sus costos se habían incrementado mucho. Un neumático, por ejemplo, hace unos meses costaba 60 000 o 70 000, ahora le costaba 100 000 CUP -el camión llevaba 10- y aprovechó para mostrarme uno nuevo rajado, según dice por un bache. Además, explicó que un litro de aceite le costaba 1500 pesos -y el camión lleva más de 30 litros en cada cambio-, sin contar los precios de un ponche o cualquier pieza para el camión y el combustible que, aunque no se ha modificado el precio mayorista, la realidad es que no lo consiguen a ese precio. Se quejó de que nadie había analizado los precios con ellos.

Les critiqué el hecho de mentir y la violación de los precios aprobados por el Gobierno. Les pedí devolvieran lo cobrado de más y no le cobraran a una embarazada, que podía ser familia de ellos.
La población, aunque algo comprensiva con los porteadores, su casi única alternativa, nos expresó su insatisfacción, pues "lo de ellos (los porteadores) es muy difícil, hay que pagar altos precios y las guaguas estatales brillan por su ausencia".
A la población le expliqué que según lo establecido, los Gobiernos fijan los precios del servicio público que prestan los no estatales, que realmente debía ser un servicio complementario al estatal y que estaba impactado además por la inflación. Que esos precios deben ser calculados mediante un procedimiento elaborado por el ministerio del Transporte y que sobre la base del cálculo, debían ser negociados y aprobados. De igual modo debían ser actualizados periódicamente, pues estos no reciben subsidios que amparen el cobro de precios inferiores al costo, como es el caso de los estatales.
Los compañeros de la Dirección Provincial de Transporte y sus respectivos departamentos municipales, órganos en proceso de creación, a quienes corresponde presentar al Gobierno las propuestas de precios y luego controlar su cumplimiento, aclararon que los precios de la pegatina se habían calculado hacía varios meses y no se habían actualizado.
Expresaron además su insatisfacción con la afectación de los servicios regulares de ómnibus estatales, y se comprometieron a realizar un proceso de actualización y regulación de esos precios de los porteadores privados para poner orden en todo aquello. Les aclaré que el proceso debe hacerse con participación de los porteadores y tener en cuenta todos los costos.

El debate nos permitió comprender mejor las deformaciones, sus causas e interrelaciones, así como acelerar el diseño de las acciones que nos permitirán revertir esta compleja situación que tenemos en los servicios públicos del país.
Al liberar el camión supe que, sin decirme nada, las autoridades de Sibanicú, habían localizado a Andrés, y entonces fuimos a saludarlo y agradecerle por su comentario y a compartir con él las ideas que estamos valorando… Fue un rato muy agradable entre gente que ama a su país y lo quiere ver mejor, aun cuando los problemas parecieran superarnos.
Hasta ahora hemos descrito el problema, sus diferentes aristas, pero: ¿qué estamos haciendo para transformar todo este desorden? Sobre ello estaremos reflexionando próximamente en la tercera y última parte de esta publicación.
Muchas gracias por sus comentarios a la primera parte de estas publicaciones y a Andrés San Román que es "el culpable" de haberlas motivado.
(Tomado del perfil de Facebook de Eduardo Rodríguez Dávila)
Ver además:
He estado viendo este artículo sobre precios de transportistas privados, donde alegan los precios de neumáticos, pinches, etc. y por otro lado la ausencia de transporte estatal, que se dice de ausencia a la falta de neumáticos, baterías, piezas de respuesto, etc. pregunto, de dónde sacan todos esos insumos los camioneros y otros tipos de transporte privado, un ejemplo que se ve mensualmente es la distribución de los productos de la Canasta Familiar Normada, que se hace totalmente en camiones privados, realmente no entiendo nada, se paraliza el transporte estatal y prolifera el transporte privado, reitero no entiendo nada.
Felicito al Ministro de Transporte, comporto su manera de actuar y de enfrentar los problemas que nos aquejan y de tratar de solucionarlos.
El respeto no se impone, el respeto se gana siendo ejemplo del respeto.
Hemos pasado los últimos 5 Años escuchando los lamentos de cuanto prestador, comercializador e incluso productor privado de cualquier bien o servicio, a todos tenemos que entenderlos y llorar con ellos la falta de esto y aquello, pero al final todos sus problemas se los pasan al pueblo sin ningún tipo de contemplación que es quien les financia todo lo que consumen para brindar algo muchas veces de cuestionable calidad , además de la vida que se dan todos, hay que cerrar ciclo y desterrar de una vez por todas lo mal hecho. Antes porque no tenían mercado para las piezas ahora porque son muy caras, mañana por que el combustible, siempre va a existir una excusa o sino se la inventan para que los privados se salgan siempre con la suya y sigan cobrando precios sin justificación alguna, ninguno aguanta un round cuando usted le coge la ficha de costo de sus servicio o de los productos que comercializan si la tienen. No se puede seguir siendo tan compresivo con los que se están aprovechando de la situación y suben sin ninguna justificación los precios de lo que venden como cadena incrementando la inflación hasta que alguien los pare, el día tiene que llegar y ya.
Lo del costo de las piezas es una burda justificación, no se cambia aceite todos los días, ni se compran gomas y otros aditamentos.