Chofer de la Ruta 222 que trabajabas en la madrugada del jueves 15 de febrero pasado. Te doy las gracias infinitas por recoger a mi hija en Avenida 41 y 66, que estaba con dolores de parto y nadie la ayudó.
Gracias por desviar el bus hasta el Cuerpo de Guardia de Maternidad, donde yo la estaba esperando desesperada y entregármela en las manos.
No sé quién eres ni dónde vives, solo sé que gracias a ti mi hija llegó al hospital a tiempo y pudo dar a luz a su linda hija, de no ser por ti tal vez hubiera sucedido en plena calle. Gracias por las palabras de solidaridad y por el apoyo que le diste mientras la trasladaban. Gracias mil gracias.
Le pido a la vida que te retribuya tu buena acción y te llene de salud, y que la felicidad nunca te abandone.
A los viajeros que venían en el recorrido y apoyaron el gesto, gracias también por ser parte de esta historia con un final feliz.
(Tomado del Facebook de Dalia Lissette Masaguer)
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Bienvenida princesita a este mundo loco, pero de personas todavía humanas y con sentimientos. Cuando leo historias como estas me vuelve la esperanza que hace mucho tiempo perdí. Se estan viviendo momentos tan dificiles que ha florecido lo peor de las personas, pero no todo está perdido. Una canción de Silvio que me gusta mucho dice "solo el amor engendra la maravilla" y eso fue lo que demostro ese mágico chofer amor al projimo. Chofer mi eterno agradecimiento por una acción tan noble, por darle paz y tranquilidad a una madre y por darle a esa parturienta la seguridad que en ese momento tanto necesitaba. Bendiciones a granel para ti y toda tu familia. Y a todos los que le negaron el auxilio a esa joven madre que la vida se los cobre y de la peor manera por ser tan inhumanos como si no hubieran salido del vientre de una mujer.