En estos instantes, una brigada de Comunales recoge la basura en la esquina de mi cuadra. Después de varios días de situación crítica al respecto, he hablado con la brigada y están conscientes del tema, que tiene muchas -demasiadas diría yo- aristas.
Hay deberes, derechos y responsabilidades de todos: los que botamos basura y quienes velan por el saneamiento de la ciudad. Es lógico que ante las demoras en las recogidas se acumulen los desechos que se van generando en nuestros hogares, y ello conlleve a hedores desagradables, roedores y más situaciones derivadas de eso. Pero ahora mismo, en los bajos de mi edificio, han debido traer un mini buldócer y un camión además del carro habitual de la basura, para recoger grandes cantidades de escombros además de puertas de madera, tazas de baño, pedazos de paredes, restos de cunas, bastidores, losas y azulejos partidos y hasta una bañadera antigua picada por la mitad.
¿Es eso racional? Hace algunos años hicimos en casa un trabajo de remodelación del baño y la cocina, y tuvimos que contratar un transporte que todos los días venía y recogía los escombros pues no era permitido tirarlos en la esquina; hacerlo era una multa segura porque iba contra la ley, además del compromiso moral con los vecinos.
Hoy, repito que más allá del tema latente de la demora y los grandes problemas de recogida de basura en la ciudad, no solo pululan los desechos hogareños, sino también todos los restos de construcciones, remodelaciones y similares que se vierten en los tanques y sus alrededores con tranquilidad absoluta como en la esquina de mi edificio, tanto de vecinos como de las nuevas gestiones de locales y negocios privados.
Es necesario que el civismo, las buenas prácticas de la convivencia, la higiene y el compromiso con nosotros mismos regresen, y que podamos recuperar el buen aspecto e higiene de nuestra ciudad. Pero a la vez se impone que cada parte adquiera su rol y lo cumpla, incluso que regresen las multas que se han ido relajando por parte de las instituciones encargadas del asunto.
Mi aplauso también a esos compañeros que también, como muchos de nosotros, no están bien remunerados, sin embargo, hacen el trabajo más ingrato que podamos imaginar: la recogida de basura de la ciudad en estos tiempos.
(Tomado del perfil de Facebook de Oni Acosta Llerena)
Ver además:
La limpieza de la ciudad es en primerísimo lugar de Comunales, desde el barrendero de calles hasta lo de los camiones, en segundo lugar, cuando existan las condiciones de la Recogida diaria de la basura, del trabajo de los impectores¿?, para controlar el trabajo de Comunales y la disciplina de la población, y en tercer lugar revisar plantillas y recursos asignados a comunales Mientras pasen días sin recogida, ellos recojan como les de la gana rompiendo tanques y Paredes aledañas nada se podrá hacer, porque la población no se puede comer la basura, ni guardarla para cuando se pueda