Hay personas que te arreglan el día, los años y hasta la vida si aprendes de su filosofía de vida. Este de la foto, que poso con humildad para mi, es de esos. Trabaja como custodio en el Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso, y desde que lo vi vestido impecablemente limpio, deduje que así misma era su alma.
En el tiempo que permanecí en el lugar, todos los saludaban con respeto y cariño, desde el más humilde de los pacientes hasta el Director de la institución, se detuvieron frente a el para abrazarlo y ofrecerles cariño.
Su máxima, luego supe, es ayudar a todo el que llega al lugar, “porque ninguno va para una fiesta, sino a resolver algún problema de salud”.
Alguien me dijo que Yordi- ese es su nombre- es el ser más noble y servicial del mundo. Que cuando hace falta tira una mano a camilleros y hasta a quienes limpian el piso. Por eso su jefe lo ha regañado, pero la sangre no ha llegado al río.
Yordi cree en el amor como tabla de salvación en todo momento. “Nunca espero recompensa por hacer solo el bien. Dios me ayudará siempre y yo dormiré siempre en paz, por cultivar la bondad”.
(Tomado del perfil de facebook de Marianela Martín González)
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Es bueno que en estos tiempos tan difíciles el pueblo conozca que quedan personas así con las que siempre se puede contar, que te devuelven el ánimo y la esperanza y te recuerdan que aún en estos momentos se puede dar la mano, ayudar, solidarizarse, en fin ser un ser humano para lo que fuimos creado, para dar amor siempre.