Foto: Radio Ciudad de La Habana

Esta salsa de tomate condimentada para pastas se vende en Santiago de las Vegas. Cuesta 100 pesos. Aparentemente, una buena oferta en los tiempos que corren cuando el vandalismo en los precios es galopante.

La cuestión se vuelve adversa cuando se destapa en casa, y de tomate, nada, de condimentada, nada, y solo salta al gusto la base de almidón de arroz de la que está hecha. Otro engaño. Otro desmán.

Y sostengo: tanta culpa y responsabilidad en el engaño tiene el productor como quienes están a cargo de aprobarle el producto.

¿Dónde está la inocuidad de los alimentos por la que se trabaja? Por favor, respeten a las personas en medio de esta crisis alimentaria que nos golpea. Por favor, no sigan teniendo ganancias a costa del pueblo.

(Tomado del perfil de facebook de Iraida Calzadilla)

Vea también:

Periodismo ciudadano y revolucionario