La actual batalla de la dirección del Estado cubano exige la cooperación de todo el pueblo para generar nuevas capacidades de exportación que permitan desarrollar potencialidades capaces de aumentar la eficiencia de las producciones y servicios para responder al alza de los precios que condiciona la presencia de dos monedas nacionales activas, pero cada vez más antagónicas como reguladoras del cambio en el mercado.
A pesar del impacto positivo generado por el aumento de los salarios en el sector presupuestado, hasta el punto de convertirse en un incentivo con ejemplos a tener en cuenta, los trabajadores vinculados al sector por cuenta propia (como fuerza laboral cada vez más creciente) buscan producir bienes y servicios capaces de proporcionar en una jornada más de lo que puede obtener, en un mes, un profesional graduado en cualquier especialidad de nivel superior, de ahí la persistencia de mantener elevados los precios, en la oferta y mercadeo de productos y servicios básicos. Es la dura realidad, que también debe y puede ser cambiada, aunque no dejamos de reconocer que intervienen otros factores relacionados con los beneficios que recibimos, todos (sin excepción) y por igual en nuestra sociedad, reitero.

En su primer párrafo, la Nota Oficial, del 13 de octubre de 2013, expone que el Lineamiento No. 55 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobado por el VI Congreso del PCC plantea: "Se avanzará hacia la unificación monetaria, teniendo en cuenta la productividad del trabajo y la efectividad de los mecanismos distributivos y redistributivos. Por su complejidad, este proceso exigirá una rigurosa preparación y ejecución, tanto en el plano objetivo como subjetivo". Sin embargo, algunos observadores foráneos y escépticos, pretenden hacer ver lo oscuro donde se percibe luz, con los cambios que se producen en Cuba. Sucede, cada vez que se pone en vigor una de las medidas contenidas en los Lineamientos, después del VI Congreso del Partido Comunista, en nuestro país. Las expectativas, de los cubanos, que residimos en la Isla, responden a la lógica confianza en la dirección de la Revolución (identificada con el Partido Comunista), no a la incertidumbre.
Por supuesto, este aumento del circulante fuera de los bancos, impide el control del Es-tado, sobre el dinero y no se corresponde con los intereses para el desarrollo del país, así como el estímulo del trabajo como forma de aumentar la eficiencia y productividad necesarias para revalorizar el CUP, y la precisión de un mayor control para evitar las evasiones fiscales tanto de personas jurídicas como naturales.
Decía, en otros análisis, que el dinero circulante en Cuba, actualmente, no responde a los objetivos de la Política Monetaria, si tenemos en cuenta que la Estabilidad Monetaria (se relaciona con la inflación y el tipo de cambio) implica la estabilidad de la moneda y su poder adquisitivo. Por tanto, requiere la estabilidad del producto (oferta en el mercado) y el empleo. Este último debe permitir la estabilidad del sistema de pagos –como se viene realizando en el sector presupuestado hasta lograrse un incremento salarial definitivo- y en consecuencia posibilitar la regulación y supervisión del sistema financiero.
Ademas de la unificación monetaria se impone aumentar el salario nominal mediante la trasformacion de subsidios de productos y servicios, en subsidio a personas, sin alterar el salario real. Lo anterior crea una economía fácilmente comprensible el ciudadano medio, pues toda la economía pasaria por sus bolsillos, y podria observar los resultados de su trabajo y la benevolencia del sistema. Por otro lado, para quienes son los expertos llegar con justicia y sin violar los principios a garantizar tales propósitos realmente seria complejo. Aunque entre nos, no es mas difícil que burlar el bloqueo.
Estoy de acuerdo con su opinión Raúl Guerra Rodríguez. En cuanto al bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos, es precisamente lo que nos obliga a pensar como país. Gracias por compartir.
Estoy muy de acuerdo con esto