El proceso de revalorización de la moneda cubana ha provocado un sinnúmero de interrogantes en una población que, desde hace mucho tiempo, sufre los problemas relacionados con la dualidad de dos monedas (CUC y CUP) que establecen una enorme diferencia en cuanto al poder adquisitivo (25 pesos CUP por 1 CUP) de los nacionales, en un mercado cada vez más restringido al salario promedio de cualquier trabajador vinculado al sector estatal (la mayoría en Cuba).
Aclaro que los trabajadores vinculados al sector por cuenta propia (como fuerza laboral, no propietarios) sienten el incentivo de ganar (en una jornada) más de lo que puede obtener, en un mes, un profesional graduado en cualquier especialidad de nivel superior. Es la dura realidad -que también debe y puede ser cambiada-, aunque no dejamos de reconocer que intervienen otros factores relacionados con los beneficios que recibimos, todos (sin excepción) y por igual en nuestra sociedad.

El Lineamiento No. 55 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobado por el VI Congreso del PCC, plantea: "Se avanzará hacia la unificación monetaria, teniendo en cuenta la productividad del trabajo y la efectividad de los mecanismos distributivos y redistributivos. Por su complejidad, este proceso exigirá una rigurosa preparación y ejecución, tanto en el plano objetivo como subjetivo.
“En cumplimiento de dicho Lineamiento, ha sido acordado por el Consejo de Ministros poner en vigor el cronograma de ejecución de las medidas que conducirán a la unificación monetaria y cambiaria”. Sin embargo, algunos observadores foráneos y escépticos, pretenden hacer ver lo oscuro donde se percibe luz, con los cambios que se producen en Cuba. Sucede cada vez que se pone en vigor una de las medidas contenidas en los Lineamientos, después del VI Congreso del Partido Comunista, en mi país. Las expectativas de los cubanos, que residimos en la Isla, responden a la lógica confianza en la dirección de la Revolución (identificada con el Partido Comunista), no a la incertidumbre.
En el Lineamiento No. 55 se deja claro que: “Por su complejidad, este proceso exigirá una rigurosa preparación y ejecución, tanto en el plano objetivo como subjetivo”, como un proceso imprescindible para el desarrollo real del país y la búsqueda de la independencia económica (disminución de importaciones y aumento de la capacidad exportable de la nación), a partir del incremento de la productividad en todos los sectores de la producción y los servicios; sobre todo, porque se conoce que el incremento de trabajadores por cuenta propia y la extensión de licencias a diferentes modalidades de producción y servicios, ha resultado un detonante que pone un punto rojo (en mi criterio, para realizar este análisis) con respecto a la existencia de una sola moneda. Si bien es necesario que se introduzcan estos cambios, también resulta importante garantizar el control del flujo del peculio que se genera en un mercado no estatal, que se multiplica y comienza a mostrar signos de crecimiento del dinero circulante fuera de los bancos, lo cual establece un cierto monopolio sobre los precios (a productos y servicios), a pesar de las regulaciones vigentes.
Por supuesto, este aumento del circulante fuera de los bancos impide el control del Estado sobre el dinero y no se corresponde con los intereses para el desarrollo del país, así como el estímulo del trabajo como forma de aumentar la eficiencia y productividad necesarias para revalorizar el CUP.

Otra cuestión a tener en cuenta en este “punto rojo” (en mi análisis) debe cambiar las reglas con respecto a los ingresos recibidos por los profesionales egresados de las diferentes carreras técnicas y especialidades de nivel medio y superior. Ningún país del mundo puede darse el lujo de invertir millones de dólares en ofrecer preparación técnica y profesional a sus ciudadanos (en forma gratuita hasta la Universidad) y luego “perderlos”, porque se dediquen al trabajo por cuenta propia, cuando pueden reportar mayores beneficios al desarrollo de la nación. Por ejemplo, es necesario que el valor de la moneda -obtenida por el salario, vinculado a un empleo estatal o privado- responda y garantice el poder adquisitivo del CUP, productos y servicios en el mercado.
Otro ejemplo: el Lineamiento 49 establece que la “…correspondencia entre el crecimiento de la cantidad de dinero en poder de la población y de la circulación mercantil minorista, así como la posibilidad de conducir esta relación de forma planificada, continuará siendo el instrumento clave para lograr la estabilidad monetaria y cambiaria en dicho sector, condición necesaria para avanzar en el restablecimiento del funcionamiento de la ley de distribución Socialista, de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo”.
Comenzar por las entidades jurídicas (empresas, organismos e instituciones, entre otros) no puede pasar inadvertido. La mayoría de los trabajadores cubanos responden al sector estatal. Por tanto, en este sector laboral, aun se observan muchos de los vicios que condujeron a graves indisciplinas tecnológicas, violaciones de los procesos inversionistas, deficiente organización y planificación que terminaron por lastrar el interés por un salario que no reporta ningún beneficio y muchos menos puede ser considerado importante para satisfacer las necesidades individuales y de la familia. Además, no se puede obviar la pérdida (por ineficiencia _en mi criterio_ del control de la oferta, mediante los mecanismos regulatorios (vigentes) e imprescindibles para lograr establecer los topes a los precios de los alimentos en los agromercados en manos de cuentapropistas.
En este sentido debo advertir que los altos precios (en los agromercados) no se diferencian con los de productos adquiridos en cualquier ciudad, medianamente urbana, del interior del país con respecto a la capital.

Existe una frase muy cubana que expresa: “Para el cubano lo más importante es tener (poder comprar bueno y barato) comida, productos de aseo personal y ropa (incluye calzado). Pero también es cierto que ese concepto responde, precisamente, a las posibilidades que obtuvimos, después de enero de 1959, como ciudadano. Habría que preguntarles a los tatarabuelos y tatarabuelas, en ese orden, si tenemos en cuenta que el 70 por ciento de la población actual nació o creció bajo los rigores del bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos. Habría que preguntarles qué significaba “tiempo muerto”, de lo contrario solo basta observar las consecuencias (generadas por el capitalismo y sus crisis) que, actualmente, se observan en otras latitudes y no excluyen, siquiera, a los ciudadanos de las naciones del llamado primer mundo.
Decía que el dinero circulante en Cuba, actualmente, no responde a los objetivos de la Política Monetaria, si tenemos en cuenta que la Estabilidad Monetaria (se relaciona con la inflación y el tipo de cambio) implica la estabilidad de la moneda y su poder adquisitivo. Por tanto, requiere la estabilidad del producto (oferta en el mercado) y el empleo. Este último debe permitir la estabilidad del sistema de pagos y en consecuencia posibilitar la regulación y supervisión del sistema financiero. O sea, el control de la cantidad de dinero en correspondencia con las necesidades de la economía (cubana) para respaldar sus transacciones (su volumen equivale al PIB).
Por otra parte, en Cuba, el precio de la carne de puerco en el mercado agropecuario condiciona (prácticamente) el resto de las tarifas para productos y servicios no estatales, o sea en manos de cuentapropistas. Del precio (no su costo de producción) de este producto depende prácticamente todo lo demás, casi sin exclusiones. La posibilidad de bajarlo, también, depende de la estrategia que siga el Estado con los precios para los alimentos equivalentes (grasa y proteína): pollo y aceite que comercializa en la red de puntos de venta con CUC (25 CUP por cada CUC). Ningún comerciante privado estaría dispuesto a vender la libra de carne de puerco por un precio inferior a los 25 CUP.

En una de sus intervenciones el Vicepresidente Marino Murillo Jorge, declaró que: “se perfeccionan los instrumentos para mantener el control sobre la emisión monetaria y se vienen incorporando un grupo de técnicas por el Banco Central de Cuba, el Ministerio de Economía y otros organismos en la conducción de la economía y se han incorporado instrumentos nuevos”. Y asegura que: “(...) otras formas (...) en su conjunto hagan la economía más eficiente.
Por lo tanto, en término de gestión habrá que hacer lo que haga falta para que la economía sea más eficiente; pero tiene un límite, que son los límites del sistema. ¿Y cuáles son los límites del sistema? La propiedad social sobre los medios de producción. Por eso el concepto de actualización y no otro concepto, porque actualizar el modelo no cambia la base estructural sobre la propiedad de los medios fundamentales de producción. Es bueno que eso se tenga bien claro: No hay transformación de la propiedad.” De esta forma deja claro la esencia de los cambios en Cuba con respecto a la continuidad del Socialismo.
Los desequilibrios monetarios se expresan en inflación de manera explícita: si crece la cantidad de dinero, pero los precios de los productos (administrativamente) fijos y el exceso de saldos monetarios conduce al ahorro forzoso y la escasez, la expectativa, con respecto a emplear una sola moneda, crece. Muchos se refieren a la posibilidad de un “cambio” de moneda como sucedió, en la primera década de la Revolución, que obligue al desembolso de las arcas infladas, durante años, por el mercado informal.
Por supuesto, en la propia Nota Oficial, con fecha de octubre de 2013, expresa: “(…) la unificación monetaria y cambiaria no es una medida que resuelve por sí sola todos los problemas actuales de la economía, pero su aplicación es imprescindible a fin de garantizar el restablecimiento del valor del peso cubano y de sus funciones como dinero, es decir de unidad de cuenta, medio de pago y de atesoramiento”.
(…)
“En este sentido, el proceso de unificación monetaria respeta los principios de que la confianza ganada por las personas que han mantenido sus ahorros en los bancos cubanos en CUC, otras divisas internacionales y CUP, se conserve intacta y que continuará aplicándose la política vigente de subsidios a precios minoristas y a personas donde sea necesario, en tanto las condiciones económicas del país lo requieran. El CUC al igual que el CUP son monedas cubanas emitidas por el Banco Central de Cuba y mantendrán su total respaldo”. De esta forma no pueden compararse ambos procesos, determinados por circunstancias históricas, políticas, económicas y sociales, diferentes.

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esre tema es uno de los mas discutidos por los cubanos e incluso imcomprendido por quienes nos visitan de muchos lados del mundo. Esta dualidad monetaria tuvo un por que? lo recordamos? es un tema difícil pero mientras más lo pensemos más lo alargamos. al final es la misma moneda. con diferentes colores 1x25. pero es lo mismo pues es sólo válida en el territorio nacional. dejemos la reconocida. la moneda nacional CPU. pero ya.
Juan Eduardo, la dualidad monetaria resultó una medida ajustada a circunstancias en que el país no tenía otra opción para captar divisas convertibles en el mercado exterior. Cuba es realmente un país bloqueado por el gobierno de los Estados Unidos, no se trata solo de una cuestión política, sino de una agresión que impide realizar transacciones financieras con la moneda estadounidense. Comparto su criterio en que ya debe unificarse porque tanto el CUP como el CUC son monedas de circulación nacional con una diferencia en valores que no se corresponde con las necesidades actuales de la nación. Espero que la solución llegue pronto. El aumento de salarios en el sector presupuestado comienza a mostrar un cambio en la retribución del trabajador beneficiado, aun no es una reforma salarial, pero comienza a dar resultados. Gracias
Muy bueno el artículo, pero aun mejor el comentario de Jorge. Estoy muy de acuerdo con lo que pantea, en especial con lo de la fuga de capital por el "turismo de compra". De hecho, ya en el Congreso de Panamá se está discutiendo porqué suspendieron la tarjeta de turismo de compra a los cubanos. " El diputado panameño Leopoldo Benedetti Milligan, pidió al presidente de su país que restituya inmediatamente la tarjeta de turismo que permitía a los cubanos viajar a esa nación para realizar compras. Durante su intervención ante el Congreso de ese país, Benedetti explicó que cuando estaba en vigor la tarjeta de turismo llegaban diariamente a Panamá alrededor de 800 cubanos y que gastaban cerca de tres millones de balboas al día en la Zona Libre de Colón. Además, según el diputado, los comerciantes cubanos que viajaban a Panamá fueron los que levantaron la Zona Libre de Colón, que experimentó un retroceso debido a un plan de remodelación urbano implementado por el expresidente Juan Carlos Varela. (https://www.youtube.com/watch?v=v_EqSykwnX0)
Tamara estoy de acuerdo con el comentario de Jorge. Precisamente coloca los puntos sobre las ies con respecto al tema de los "beneficios" directos de la fuga de capitales de Cuba hacia Panamá. Gracias
Jorge, muy acertado su comentario, lamentablemente nuestro estado no se concentra en lo fundamental y divaga sistematicamente en la superficialidad, otro ejemplo es que han detenido la constitución de CNA y a las que estan todo el tiempo le limitan su alcance y posibilidades, al parecer los profesionales que estan en estos sectores no son formados en las instituciones cubanas, donde se formaron los que estan en las empresas estatales, es una desconfianza total. Nuestra economía no tendra resultados hasta tanto no exista pluralidad de proveedores en igualdad de condiciones, esto es lo que genera oferta y por ende calidad. Observa este caso, un grupo de profesionales del Sector de la electrónica y las infocomunicaciones estamos tratando de crear una CNA desde el año pasado, la respuesta es que no se puede ...; esto es un sector clave para el desarrollo del país y sobre todo del que más profesionales se pierden anualmente..., alguien cree que de esta forma podemos avanzar????, en cualquier lugar ponderan los emprendimientos pues todo lo que genera es riqueza (oferta, empleo, desarrollo.. etc); el nuestro lo ve como un problema...??? así estamos hermano....
Se observan pasos Jorge en busca de soluciones por nuestro Estado. Considero oportuno y acertado tu comentario. Gracias
Yo no le llamo unificación monetaria, sino desaparición de una de las dos (el CUC), y creo que lo que más incertidumbre crea es el valor que este va a tener en el momento de su desaparición. Es decir el que tenga en su poder (físicamente o en una cuenta bancaria) una considerable cantidad de CUC, ¿cuánto perderá en la hora 0? ¿Qué sería más conveniente desde el punto de vista de los intereses bancarios, mantener el ahorro en CUC o cambiarlo a CUP para no perder o perder menos a la hora 0? Creo que el Banco Central debería pronunciarse en este particular ya que, como se explica, este no será un proceso "de choque" como el cambio efectuado al principio de la Revolución. Independientemente de que aún se esté pensando y buscando la mejor manera y el mejor momento, no debería existir secretismo sobre el tema. Necesitamos saber a qué atenernos antes de... la hora 0.
De acuerdo con lo que expones. Debemos razonar en ese sentido también. Es un proceso que requiere de evitar impactos de choque, los cuales darían un resultado negativo. Gracias por compartir.
Parece que el problema crece no solo por causa del incremento del flujo del moneda, es notorio que también crece el flujo de productos de un mercado con precios subsidiados en cup a la red valorizado en cuc, esto último generado bajo el sustento de complicidad de elementos en ambos mercados entre el estatal y no estatal lo cual produce un impacto todavía sin la terapia adecuada. En tal sentido los problemas relacionados con la dualidad de dos monedas (CUC y CUP) parecen irse más allá del enfoque estrictamente técnico monetario y de balance financiero. Del mismo modo que estos problemas pueden con su distorsión estadística lanzar nebulosas al identificación el momento adecuado de unificar las monedas o puedan seguir retardando la ya necesaria unificación monetaria, Son dificultades añadidas a la hora de evaluar los impactos en la productividad del trabajo y la efectividad de los mecanismos distributivos y redistributivos. Lo cierto es que mientras existan tales distorciones en cualquiera de los complejos procesos y parámetros resultará extremadamente engorroso establecer el verdadero valor y costo de las cosas. Sin la menor duda de que la propiedad social sobre los medios de producción es superior a las ya transitadas por la historia de la humanidad. Su definicion conceptual del termino "social" marxista sigue siendo una tarea diversa, cuya complejidad parece no someterse a una receta única y generalizada y que exige además de la necesidad imperiosa de ratificase económicamente como eficiente y efectiva en cada condición por separado aún cuando tenga algunas generalidades comunes. Luego debe también tener el sagrado don de distribuir y redistribuir riqueza con justicia y ofrecer vitalidad garantías de supervivencia.