La medalla de bronce ganada por la habanera Milaimis Marín (76 kg) el miércoles último en el Campeonato Mundial de Luchas que se celebra hasta hoy en Zagreb, Croacia, no fue algo casual o sorpresivo, sino un resultado acorde a la trayectoria de una atleta cuyo nivel ha ido creciendo constantemente.

Desde hace ya 6 años –en 2019– la capitalina comenzó a mostrar su indiscutible calidad al ceñirse la corona en el Campeonato Mundial Juvenil de Tallin, Estonia, y en el Campeonato Mundial Sub-23 de Budapest, Hungría. 

En 2020 reinó en LIII Torneo Internacional de Luchas Granma-Cerro Pelado. En 2021 se apropió del metal bronceado en el Torneo Preolímpico de Lucha efectuado en Sofía, Bulgaria, y se impuso en los I Juegos Panamericanos Junior, en Cali, Colombia.

En 2022 continuó deleitando a sus seguidores al conseguir medallas de oro en el Torneo Todos Estrellas de Luchas, en el Torneo Clasificatorio a los Juegos Centroamericanos de San Salvador y en la Gala de Luchas Pedro Val In Memoriam.

Igualmente, en 2023 se adueñó de preseas doradas en los V Juegos Deportivos del ALBA, en Miranda, Venezuela, y en el Campeonato Panamericano de Luchas, en Buenos Aires, Argentina. Ese mismo año se quedó fuera del podio en el Campeonato Mundial de Luchas de Belgrado, Serbia, donde ocupó el quinto peldaño.

El 2024 no fue la excepción para la gladiadora nacida en la principal urbe de Cuba, pues además de vencer en el Gran Premio de Luchas, en Madrid, España; se apoderó de la medalla de oro en los Juegos Olímpico de París, con lo cual reafirmó su condición de luchadora de élite en su división.

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