Desde antes de dar inicio la jornada de clasificación del triple salto femenino, la tensión era palpable en el Estadio Nacional de Tokio, sede del Mundial de Atletismo 2025. Tras dos años sin competir, el regreso de la reina del triple salto femenino, la venezolana Yulimar Rojas había disparado las alarmas de todas las competidoras, quienes estaban expectantes de cómo se presentaría, tras su larga recuperación.
Ya en la etapa clasificatoria le bastó a la venezolana un solo intento para lograr la marca mínima exigida, 14.35 metros, distancia que en tiempos normales, sería para ella algo así como "tomarse un vaso de agua". Sin embargo, tras dos años fuera de competencia, lograr esa marca, en su primer intento, cifra a la que solo pudieron acceder otras tres competidoras, constituía demostración de que la reina estaba bien viva y lista para dar batalla.
Los 14.49 metros con que Yulimar consiguió avanzar la colocaron como la segunda marca de clasificación, solo por detrás de los 14.66 de la cubana Leyanis Pérez, quien también logró avanzar a la final con un solitario salto. Las otras dos contendientes que llegaron por méritos propuso a la final, sin tener que sudar mucho, fueron, la también cubana Liadagmis Povea, 14.44, y la dominicana Thea Lafond, con registro de 14.40.
Ello, sin dudas, tensó aún más la situación, dejando el escenario listo para una batalla sin cuartel por la disputa del oro, en la cual, la discusión del podio tuvo a esas cuatro guerreras como principales protagonistas. Aunque con un par de cambios en el orden final.
En su primer intento de la final Leyanis se mostró completamente concentrada, miró, a lo lejos, la tabla de salto, calculó cada pasó y salió como una centella a poner rápida tierra de por medio frente a sus contendientes. La reina, tras dos años sin competir, estaba presente, y era necesario empezar con un golpe de efecto. Llegó antes la marca del válido, dió un primer salto, el segundo, y finalmente, tras su tercer vuelo, aterrizó en la marca de los 14.85 metros. Rápidamente se puso al frente de la carrera, una posición que consolidó en su tercer intento, al llegar a 14.90 metros, y mejoró aún más en su cuarto salto, con registro de 14.94, cifra idéntica a la lograda en su último intento, para así conquistar su primera presa dorada en un mundial al aire libre.
De esa forma Leyanis continúa su progresión en estas citas, dónde con anterioridad había alcanzado un cuarto lugar en Eugene 2022, y un tercero en Budapest 2024, y demuestra nuevamente que los 15 metros, no están tan lejos de sus piernas, al menos de forma oficial. Debemos recordar que esa cifra ya la rebasó en junio de 2024, en el Mitin de Atletismo Puma, de Guadalajara 2024, en España, solo que en esa oportunidad lo hizo con viento a favor de 2.3 metros, y aunque el salto le valió para ganar el certamen, no fue así para su registro como marca personal.
La disputa por la plata y el bronce no fue cosa de niños, pues desde temprano comenzó una guerra sin cuartel entre la dominicana Lanfond, la venezolana Yulimar Rojas y la cubana Povea, dónde la más "perjudicada" resultó la de la mayor de las Antillas, al quedar, con 14.72 metros, a cuatro centímetros de los 14.76 alcanzados por la ocupante del bronce, la estelar Rojas, a quien se le debe de aplaudir por su regreso triunfal a las pistas tras dos años sin competir.
La plata en esta oportunidad fue al cuello de la dominicana Lafond, la cual estampó en su último intento un soberbio 14.89, demostrando por qué el deporte es pasión de millones, pues nunca se sabe que pueda ocurrir, hasta el último momento. Para nosotros, los que nacimos en este verde caimán, y para todos los que le aman, así como para aquellos que aman al deporte rey, hay tres cosas que nos hacen gritar de júbilo: El oro de Leyanis, un sueño hecho realidad; La gran competencia en que estuvieron presentes las cubanas, con un primer y un cuarto escaño; y el añorado regreso de Yulimar a las competencias. Porque el deporte, más allá de las medallas y las posiciones que se ocupen en un medallero, es cuestión de amor, de hermandad, de solidaridad, y de JUEGO LIMPIO, por eso, celebramos con más fuerza, pues ganamos en una justa de alto nivel que marca el regreso de la más grande triplista de todos los tiempos... al menos, hasta ahora...
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