La última vez que los Industriales de La Habana alzaron un trofeo de campeón en los torneos domésticos de Béisbol, Germán Mesa era el director del equipo.

Han pasado casi tres lustros de aquella gesta y hoy el considerado por muchos mejor torpedero defensivo en la historia de las Series Nacionales es vicepresidente de la Federación Cubana de este deporte y coach de banca del equipo nacional que participará en el torneo Premier 12.

«Me hubiese gustado dirigir los Industriales de nuevo, he pensado en regresar, pero aunque me gustan los retos ya tengo otros compromisos, otras responsabilidades y lo que estoy haciendo ahora me gusta», le declaró a Tribuna de La Habana.

«Creo que desde mi cargo de federativo puedo ayudar y apoyar más al béisbol y a Cuba», agregó.

Mesa asegura tener la fórmula para que los azules regresen otra vez a lo más alto del podio y conquisten ese campeonato número 13 que se les ha hecho esquivo durante tanto tiempo.

«Disciplina y organización», dice y pone énfasis en que el equipo ha tenido muchas veces material para lograrlo, pero han ocurrido cosas que no lo han permitido.

Según sus palabras, en aquella temporada que ganó con los capitalinos les inculcó a los atletas una mentalidad de entrega en el terreno que muchas veces está faltando ahora.

«Al público que viene a verlos no les interesa si los peloteros tienen problemas o si están enfermos, ellos vienen a verlos jugar. A veces los estadios están vacíos y no es por la calidad de la pelota, es porque los que están en el terreno no se están entregando y eso lo nota el aficionado», señaló.

«Jamás prediqué moral en calzoncillos, siempre fui ejemplo. No puedo dirigir a un grupo de hombres si no lo he sido. No soy un santo, hice cosas como todos, pero luego cumplía en el terreno. Lo primero es respetarse a sí mismo», agregó.

Rodeado de un aura mística, Mesa solía llegarle a pelotas inimaginables cuando era jugador y la velocidad con las que las sacaba del guante era cosa de otra galaxia, por lo que se ganó el mote de «El Mago».

El ex torpedero tiene la máxima que la disciplina tarde o temprano vence a la inteligencia y asegura que vió quedarse en el camino a muchos peloteros con calidad que no se sacrificaron ni cumplieron con su trabajo.

«Yo atrapaba más de 100 roletazos diarios y llegó el momento que sabía para donde iba a coger la pelota. Siempre pensé que el que iba a verme tenía que irse satisfecho», dijo.

En la larga conversación Mesa hizo muchas anécdotas, pero hay una que refleja el respeto que sentían los aficionados por su juego, cuando un día fue aplaudido por la multitud luego de cometer un error importante.

«Fue una noche aquí en el Latinoamericano con el estadio lleno y sentí una vergüenza tremenda. No sabía cómo incorporarme del suelo y levantar la cabeza, pero la gente se paró y me aplaudió», contó.

«Se me eriza la piel cuando te lo digo, pero uno a veces no sabe lo que representa para toda esa gente», añadió.

En la temporada pasada Mesa logró el título como timonel de los Gigantes de Rivas en el béisbol nicaragüense, donde ha obtenido tres coronas y es muy valorado por los directivos de la liga.

Este año recibió la invitación para volver a dirigir el conjunto, pero primero tendrá que cumplir su función en el equipo nacional que intervendrá en el Premier 12, torneo más importante organizado por la Confederación Mundial de Béisbol y Sóftbol.

«Las fechas coinciden, pero me dieron la posibilidad de cumplir con Cuba y luego incorporarme como hice el año pasado», declaró.

«Esa confianza me la he ganado con mi labor. Las tareas me las tomo muy en serio. Allí trabajaba hasta bien entrada la madrugada y apenas dormía para poder ponerme al día, pero el resultado se vió», puntualizó.

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