Desde su primera presentación en París 2024 la joven Yarisleidis Cirilo mostró tenía afinados los motores para grandes empeños. De esa forma, fue avanzando, paso a paso, hasta acceder a la final A del C1 a 200 metros, instancia donde se alzó con la medalla de bronce.

En la que desde ya, constituye la regata más rápida de la historia, Cirilo fue avanzando, metro a metro, como impulsada por un potente motor fuera de borda. En los últimos metros aumentó el ritmo de paletadas impidiendo a sus perseguidoras darle alcance para, con tiempo de 44.36 segundos apoderarse del bronce.

Por delante de ella, en una final de foto, solo entraron la canadiense Katie Vincent, dueña del oro con 44.12 segundos, y la estadounidense Nevin Harrison, dueña de la plata, con 44.13.

La antillana demostró no sólo tener nervios de acero, sino una tremenda resistencia. Cirilo, además del C1 a 200 metros, también había tomado parte en la competencia de C2 a 500 metros, donde unió esfuerzos con la jovencita Yinnoly López, una muchacha de 17 años, con la cual logró acceder a la final A.

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