Opacadas por las grandes actuaciones deportivas, otras noticias han pasado bajo el radar. Una de las más impactantes ha sido la declaración de la AMA (Agencia Mundial Antidopaje) acusando a la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) de fraguar un esquema para saltarse las reglas.

En un hecho sin precedentes, la AMA acusa a la agencia estadounidense de permitir la competencia de atletas que se habían dopado durante, al menos, un año, sin sancionarlos para recabar información sobre otros tramposos. Este esquema, según la AMA, viola las reglas y hace una interpretación extensa de algunas excepciones encaminadas a descubrir más atletas dopados.

Estas declaraciones llegan luego de que la USADA acusara a su homóloga china de permitir trampas. "¿Cómo deben sentirse otros atletas al saber que estaban compitiendo de buena fe contra aquellos que la USADA sabía que habían hecho trampa? Es irónico e hipócrita que la USADA se queje cuando sospecha que otras organizaciones antidopaje no están siguiendo las reglas al pie de la letra, mientras que no anunció casos de dopaje durante años y permitió que los tramposos siguieran compitiendo, en la remota posibilidad de que pudieran ayudarlos a atrapar a otros posibles infractores", dice la declaración emitida ayer por la AMA.

Estas acusaciones de la AMA vienen aparejada a una serie de hechos que son un secreto a voces. De acuerdo al sitio Sport Integrity Initiative, solamente Estados Unidos, Australia y Francia acumulaban el 63% de las Excepciones de Uso Terapéuticos (TEU por sus siglas en inglés). Estas excepciones son realizadas a atletas que tienen ciertas condiciones médicas, como asma o trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), y permiten el consumo de fármacos prohibidos para el resto por considerarse potenciadores del rendimiento deportivo.

Estas anomalías estadísticas, donde apenas una tríada de países tienen más excepciones que el resto de los países combinados, levantan suspicacias sobre la imparcialidad de la AMA, toda vez que la agencia americana es la principal contribuyente financiera de la Agencia Mundial Antidopaje.

Al momento de redactar esta nota, entre los cuatro países en la cima del medallero se encontraban Estados Unidos, Francia y Australia. Y aunque no hay, hasta ahora, una correlación directa entre uno y otro hecho, sí da para levantar las sospechas de los más perspicaces.

Las acusaciones de la AMA llegan en un momento donde China, potencia mundial y deportiva, siente cada vez más la presión de Occidente por sus éxitos, y se unen a una serie de elementos que han empañado los Juegos Olímpicos de París 2024 como las deficientes condiciones sanitarias del Sena, los problemas de alimentación y alojamiento, o la aceptación de boxeadores en el certamen femenino que no cumplían con los requerimientos de la IBA. Unos Juegos que no han escapado de la politización con la expulsión de Rusia y la aceptación de Israel, y que ahora también ve al dopaje como un campo de batalla.

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