Cuando el luchador grecorromano Mijaín López salga este lunes al escenario del Champ de Mars Arena temblará la tierra en París y se robará todos los focos mediáticos en la Ciudad de la Luz.

El Gigante de Herradura, con un cofre desbordado de coronas doradas en su espalda, buscará firmar una hazaña que ningún atleta ha logrado en la historia de la humanidad: ganar una misma prueba individual en cinco Juegos Olímpicos consecutivos.

Desde que este pinareño, que cumplirá este mes 42 años, subió a lo más alto del podio en la edición de Beijing 2008, se ha mantenido en el trono de este deporte.

La leyenda fue creciendo mientras caían sus rivales en las colchonetas de Londres, Río de Janeiro y Tokio, para fortalecer un reinado que tratará de mantener en la cita parisina.

Ni siquiera el célebre luchador Alexander Karelin (el Oso Ruso), ganador tres veces bajo los cinco aros, pudo mantenerse tanto tiempo en la cima del Olimpo, lo que convierte a nuestro terrible gladiador en un inmortal.

El también cuatro veces titular en juegos panamericanos y cinco en campeonatos del mundo, de 1.98 metros de altura y más de 130 kilogramos de peso, tiene tanta fuerza en la mente como en sus músculos.

A su llegada a París, luego de su periplo por bases de entrenamientos en Croacia, Hungría y Bulgaria, declaró a los medios de prensa que estaba listo para alcanzar su objetivo.

Allí en la Villa Olímpica, varios retadores de otras naciones se mueven inquietos visualizando un triunfo sobre Mijaín para derribar las puertas de la fama y de la gloria donde descansa hace más de tres lustros el representante de la mayor isla del Caribe.

La famosa revista especializada en deportes, Sports Ilustrated, pronosticó que esta vez el legendario atleta solo lograría una medalla de bronce en esta cita estival.

“Nunca he tenido una medalla de bronce en mi casa. Vengo con un solo objetivo, que es demostrarle al mundo quién es Mijaín López”, sentenció el luchador.

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