Tres saltos consecutivos desde la tabla de batida, dos de ellos con la pierna no dominante y el tercero con la contraria, llevaron a Cuba tres veces al podio en el XIX Campeonato Mundial de Atletismo con cita en la ciudad húngara de Budapest.
Primero fueron Lázaro Martínez y Cristian Nápoles, quienes por segunda ocasión en la historia de estos eventos al aire libre colaron un doblete cubano en el podio, 26 años después que lo hicieran Yoelbi Quesada (oro) y Aliecer Urrutia (bronce).
Martínez, campeón mundial bajo techo en Belgrado 2022, saltó 17.41 metros para llevarse la presea plateada y Nápoles se estiró como jamás lo había hecho en su vida, para clavar los pinchos a una distancia de 17.40, lo que le valió el metal de bronce.
Luego le tocó el turno a la prometedora Leyanis Pérez, quien con apenas 21 años de edad y en una competencia de alto nivel, voló hasta los 14.96 metros (dos centímetros por debajo de su mejor marca de por vida), para ubicarse en la tercera plaza y mejorar su actuación de la pasada versión de Obregón 2022.
Su compañera Liadagmis Povea, no obstante concluir en el sexto lugar, también se llevó el reconocimiento al firmar, con un 14.87, el mejor salto de su carrera.
Estas actuaciones, unidas al cuarto lugar del saltador de altura Luis Zayas, quien se alzó hasta unos 2.33 metros que nunca había podido alcanzar al aire libre, bastaron para darle a la delegación cubana 27 puntos y superar los 15 obtenidos en la pasada edición, donde además no se consiguieron medallas por primera vez desde que participa en estas reuniones.
Si tenemos en cuenta que los campeones nacionales de Portugal (Pedro Pablo Pichardo), España (Jordan Díaz) e Italia (Andy Díaz), son atletas nacidos y formados en el país, no hay dudas que la escuela antillana de triple salto está entre las mejores del mundo.
Un total de cinco medallas en el sexo femenino y ocho en la rama varonil, es la cosecha de los triplistas cubanos en estos campeonatos del orbe a pista descubierta, sin mencionar las ganadas en los torneos bajo techo.
Yargelis Savigne por las féminas, con dos doradas y una plata, y el mismo Pichardo por los hombres con una de oro y dos plateadas, son los atletas nacidos en Cuba que más veces se han encaramado en el podio de estos eventos.
Esta imagen dejada por los saltadores de la delegación criolla por aquellas tierras europeas, se valoriza aún más por tratarse de una temporada atípica, donde por primera ocasión convergen con el mundial los Juegos Centroamericanos y del Caribe y los Panamericanos, lo que obliga a los atletas a modificar sus preparaciones para poder estar a tope en todas las competencias.
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