Hace menos de dos semanas —el marte 8 de agosto— se cumplieron 35 años de la partida física del hombre que hizo historia sobre cuadriláteros de Cuba y Estados Unidos, el habanero que marcó con sus puños las décadas del 20 y el 30 del pasado siglo, el muchacho del Cerro considerado entre los 10 mejores pesos pluma de todos los tiempos…

Eligio Sardiñas Montalvo, inmortalizado como Kid Chocolate, ganó la doble corona mundial: en los pesos pluma y ligero. Fue un verdadero artista sobre el ring, y respaldó con su extraordinario desempeño aquel criterio suyo que resumía su grandeza con sus propias palabras: “el boxeo soy yo”.

Homenajearlo es un honor para cualquier cronista deportivo. Su vida, incluso, etapas de su gloriosa y ardua existencia, difícilmente puedan resumirse de manera cabal. Hurgando en sus biografías, casi por casualidad, este redactor descubrió que un contemporáneo suyo, el Poeta Nacional Nicolás Guillén, decidió halagar grandeza con grandeza y lo incluyó en su obra. Acá dejo, a modo de homenaje y para deleite de los lectores, la mirada del extraordinario poeta al genial pugilista, a su época y a su entorno.

PEQUEÑA ODA A UN NEGRO BOXEADOR CUBANO

Tus guantes/puestos en la punta de tu cuerpo de ardilla/y el punch de tu sonrisa.

El Norte es fiero y rudo, boxeador./Ese mismo Broadway,/que en actitud de vena se desangra/para chillar junto a los rings/en que tú saltas como un moderno mono elástico,/sin el resorte de las sogas,/ni los almohadones del clinch;/ese mismo Broadway/que unta de asombro su boca de melón/ante tus puños explosivos/y tus actuales zapatos de charol;/ese mismo Broadway,/es el que estira su hocico con una enorme lengua húmeda,/para lamer glotonamente/toda la sangre de nuestro cañaveral.

De seguro que tú/no vivirás al tanto de ciertas cosas nuestras,/ni de ciertas cosas de allá,/porque el training es duro y el músculo traidor,/y hay que estar hecho un toro,/como dices alegremente, para que el golpe duela más./Tu inglés,/un poco más precario que tu endeble español,/sólo te ha de servir para entender sobre la lona/cuánto en su verde slang/mascan las mandíbulas de los que tú derrumbas/jab a jab.
En realidad acaso no necesitas otra cosa,/porque como seguramente pensarás,/ya tienes tu lugar./Es bueno, al fin y al cabo,/hallar un punching bag,/eliminar la grasa bajo el sol,/saltar,/sudar,/nadar,/y de la suiza al shadow boxing,/de la ducha al comedor,/salir pulido, fino, fuerte/como un bastón recién labrado/con agresividades de black jack.

Y ahora que Europa se desnuda/para tostar su carne al sol/y busca en Harlem y en La Habana/jazz y son,/lucirse negro mientras aplaude el bulevar,/y frente a la envidia de los blancos/hablar en negro de verdad.

Vea también:

Mundial de Atletismo Budapest 2023: Las opciones de Cuba